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Recordando La Unión Campeón Nacional Juvenil de Fútbol 1983

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Señor Director:

Alguien dijo “hay cosas que por ser obvias se callan y por callarse se olvidan”. Es por eso que junto con saludar, a través de vuestro medio, quiero recordar la gesta deportiva de la Selección Juvenil de Fútbol de La Unión, campeona regional y austral en 1982 y, sobre todo, campeona nacional en el mes de enero de 1983 en Puente Alto.

Castro; Cifuentes, Guerra, Gallardo y Gatica; Burgos, Carrasco y Velásquez; Cañete, Soto y Macaya; fue el clásico 4-3-3 con que el entrenador Reinaldo Martínez dio forma en las eliminatorias regionales tras eliminar a Río Bueno, Rahue, Valdivia, Osorno y Ancud.

Creo que es importante recordar que en tiempos en que no se hablaba de procesos, Reinaldo Martínez, era ayudante de Santiago “tronco” Bastidas, entrenador de la selección juvenil de 1980 que perdió la final con Osorno y que a decir de muchos era tan o mas poderosa que la de 1982 y que, a decir de mi abuelo Carlos Heinsohn, la perdieron los dirigentes de entonces al aceptar que el partido definitorio se jugara en Osorno. Pero esa es otra historia.

Como han pasado 31 años desde que La Unión ganó en Río Bueno en 1982 su primer partido camino a Puente alto, ruego me excuse si me falla la memoria, pero creo que la primera alineación fue así; Castro; Chaura, Guerra, Gallardo y Gatica; Burgos, Roldán y Martínez; Cifuentes, Soto y Garnica. Luego aparecieron los refuerzos González y Jara de Río Bueno; Ojeda, Carrasco y Cañete de Valdivia; Gutiérrez de Futrono, pero jugaba en Osorno y Macaya de Osorno y, finalmente, Velásquez de Ancud.

A modo de recuerdo los resultados:

Eliminatorias:

Río Bueno (4-1/3-1)

Rahue (6-1/ 6-1)

Valdivia(1-0/ 1-1)

Osorno (1-0/ 1-1)

Ancud (3-1/1-0)

Coyhaique (4-1)

Punta Arenas (1-0)

Fase de Grupos:

Nacional de Puente Alto:

Cañete (4-0)

Minera Algarrobo (2-1)

Las Achupallas (5-3)

Puente Alto (1-3)

Semifinal:

Temuco (2-0)

Final:

Santa Rosa Sur (2-0)

En tiempos que solo existía TVN y ningún otro canal de televisión, menos televisión por cable ni internet, las eliminatorias para un nacional de fútbol adulto o juvenil siempre era un suceso en La Unión, especialmente por su fuerte tradición en el fútbol juvenil. El estadio Lino fue el escenario del camino a la fama, salvo la final regional que se jugó en el recién inaugurado estadio municipal de Río Bueno.

La amarga experiencia de perder con Osorno en la eliminatoria anterior que finalmente fue subcampeón nacional, perdiendo con Chiquicamata 2 a 1, motivó a todos de manera consciente o no (dirigentes, jugadores e hinchas) a ir por una revancha.

De esta feliz etapa que viví en mi niñez, hay cosas que resaltar más allá de lo futbolístico, qué queda para los expertos:

La Barra 1° de Mayo: Una barra familiar, antítesis de las barras bravas de hoy.

Alejo “Pituto” Larre: Tal vez el primer y único mecenas deportivo que tuvo La Unión.

La génesis del markting deportivo: a Edgardo “Auquinco” Soto, se le sustituyó su apodo por el de “Colun”.

Las caravanas espontáneas de buses, micros y autos particulares que acompañaron a la selección tras sus compromisos deportivos que jugaba de visita.

Desde aquí agradezco a mi abuelo Carlos Heinsohn Westermeier, Q. E. P. D., por llevarme al estadio en las eliminatorias y a mi tía Patricia Heinsohn Borquez, por llevarme a Puente Alto. Gracias a ellos, pude ser testigo de todos y cada uno de los 18 partidos que jugó La Unión.

Finalmente quiero decir que esta selección con la perspectiva del tiempo me hizo comprender que la estrategia es válida en la vida y el deporte: perder con Puente Alto en la fase grupal, permitió sortear a Santa Rosa Sur en semifinales y derrotarla sin apelación en la final.

Patricio Ulloa Heinsohn

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