José Carter Reyes, Director Regional de CONAF Los Ríos.
Todos los veranos es una tradición que la ciudadanía adquiera el producto leña, que dicho sea de paso, es la principal fuente de calefacción en nuestro país, y en particular en el sur de Chile.
Toda la leña que recibimos, y que la guardamos para época invernal, no proviene de los camiones, sino de nuestro bosque. Es en el bosque donde comienza esta cadena de fuente de energía, y que como Ministerio de Agricultura, nos preocupa que esta provenga de un manejo adecuado de nuestros bosques nativos.
En CONAF estamos trabajando en un concepto denominado “Leña Legal y Seca”, que es un paso anterior a la certificación. Lo anterior, a fin de promover un consumo responsable.
Consumir leña legal y seca, nos asegura que este producto proviene de un predio con Plan de Manejo, que las actividades realizadas en el bosque están siendo ejecutadas técnicamente en forma correcta y por tanto, como consumidor para asegurarme de ello tengo que solicitar la “Guía de Transporte de Productos Proveniente del Bosque Nativo”. Dado lo anterior, si compro una camionada de leña de hualle o leña blanca, ulmo o leña roja, debo exigirle al transportista que me entregue la guía de CONAF, pues de esta manera estoy cumpliendo un rol como ciudadano y consumidor responsable ayudando a la fiscalización. Lo fundamental es que todas y todos podamos interiorizar este mensaje de protección a nuestros recursos mediante su uso racional.
Si Uds. compra leña Certificada o legal y seca, está comprando un producto que tiene trazabilidad, que cumple con estándar de calidad y puede exigir los metros exactos. Un producto seco nos permite consumir menos leña y de paso, a no contaminar nuestro ambiente.
Para que Chile siga creciendo, el llamado es a no restarse, por el contrario, a sumarse a esta cadena de consumidores responsables y que trae tantos beneficios para nuestros bosques, al bolsillo, y desde luego a nuestra salud.
