En el artículo 30° de la Ley 18.700 Orgánica Constitucional sobre votaciones Populares y Escrutinios, se señala que “se entenderá por propaganda electoral la dirigida a inducir a los electores a emitir su voto por candidatos determinados…”.
La ley establece que la propaganda electoral se realice sólo durante un período muy acotado anterior a las elecciones propiamente dichas, específicamente cuatro semanas, comenzando 30 días antes de la elección. El ciudadano común puede, sin embargo, observar que la ciudad se ha inundado anticipadamente de anuncios electorales. Es la democracia, se dirá, que permite así que nuestros ciudadanos más destacados informen acerca de sus pretensiones al elector común. Nada hay de objetable en este trance, sino fuese por el hecho de que contraviene en forma solapada a la ley. En efecto, ninguno de esos letreros o afiches menciona el concepto de «vote por», con lo cual, en el más puro estilo eufemístico chileno, se da por cumplida la formalidad de la ley y la necesidad de información que todo proceso electoral envuelve en un sistema democrático. ¿No sería mejor cambiar la ley para dejar este proceso de debate abierto como efectivamente lo es?. Dado que son los propios políticos quienes legislan y gobiernan, cuesta entender porque no adoptar una simple reforma en esta materia que haría todo más transparente y efectivo.
Preocupa que se tenga que violar la ley por quienes aspiran a un cargo público, ya que precisamente son quienes deben dar ejemplo de cumplimiento como ciudadanos sobre respeto a la ley.
Nos quejamos de la delincuencia, pero el mensaje que dan al ciudadano común los que aspiran a un cargo de elección popular es que la ley puede violarse impunemente. ¿Cómo pueden, entonces, quejarse de la delincuencia si están dando un mensaje distorsionado? Si los candidatos violan la ley de propaganda electoral nos están diciendo que, perfectamente, pueden violar cualquier otra norma en el ejercicio de sus funciones.
Luego de haber visto La Unión plagada de carteles de los candidatos a alcaldes y algunos concejales en abierta violación a le ley, por favor, no me hablen de combatir a la delincuencia. ¿Con qué moral?
