Por Alfonso De Urresti
Pdte Comisión Cultura Cámara Baja
Lograr que el crecimiento urbano sea compatible con el respeto hacia nuestro patrimonio cultural es un desafío que como sociedad tenemos que ser capaces de resolver.
Hace pocos días mostraban como en otro país para conservar un edificio histórico usaban globos para elevarlo, correrlo unos metros y salvarlo de un proyecto que se requería efectuar. ¿Qué solución habríamos aplicado aquí, que alternativa habrían propuesto nuestras autoridades ante esa disyuntiva?
La respuesta la podemos encontrar en el proyecto de construcción de un segundo puente paralelo al Pedro de Valdivia. Allí se pretende intervenir un parque que por su valor histórico fue declarado Monumento Nacional, y es uno los pocos legados de nuestra región que tiene esta importante categoría.
Si no existieran más opciones, quizás podría comprenderse la decisión, pero existen otras que el propio Consejo de Monumentos propuso y que fueron ignoradas. Quizás se deba a que el propio Presidente Piñera lo dispuso entre sus compromisos de campaña, sin consultar a la ciudadanía.
También otros ejemplos de respuesta los encontramos en la construcción de edificios en General Lagos, decretada Zona Típica en 1991. Ante esta intervención he solicitado a la Bidema de PDI emitir informe para conocer si se cumplieron todas las normativas de protección al patrimonio en esta área protegida por ley.
Igualmente he pedido que las instancias respectivas protejan nuestros torreones, declarados monumentos en 1926. A pesar de su valor se encuentran en evidente estado de deterioro y requieren urgente un plan de conservación, como también se necesita que se agilicen los proyectos de puesta en valor de las fortificaciones costeras.
Otro ejemplo de la necesidad de valorar nuestro patrimonio es la intervención que se pretende hacer por parte del proyecto Neltume de Endesa. Su aprobación implicará la inundación y alteración del palenque de la cancha de Nguillatun donde participan comunidades de los territorios de Carirriñe, Lago Neltume y Choshuenco-Punahue; además de afectar el cementerio y el mismo lago que son de alta significación para el pueblo mapuche.
Necesitamos que existan más días del patrimonio, que se fomente su importancia en las aulas, que sea incorporada como relevante en las políticas públicas, que se restablezcan las mesas de patrimonio y que las autoridades consideren esta área al momento de tomar las decisiones. Así lograremos crecer en armonía, manteniendo nuestro legado y fortaleciendo nuestra identidad.
