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La conquista de los nuevos líderes

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Por Claudio Mansilla Alt, seremi de Gobierno

Los movimientos sociales nacen de una ciudadanía que en los últimos años se ha empoderado, ha desarrollado la capacidad de organizarse y hacer valer sus ideas. Detrás de ese movimiento siempre hay una cabeza, un líder al cual se sigue porque refleja la capacidad de hacer realidad las exigencias ciudadanas.

Si el año pasado fueron los dirigentes estudiantiles los rostros del movimiento social, este año nos encontramos con un nuevo líder que supo conquistar a las masas, hacer valer sus ideas y llegar a un acuerdo. Sin duda que el liderazgo demostrado por el aysenino Iván Fuentes, en la última negociación con La Moneda, fue un ejemplo de cómo hacer política. Finalmente el fue lo recibido en Aysén con miles de coterráneos esperándolo, banderas chilenas y carteles de apoyo.

En el siglo XIX, Max Weber, reconocido como uno de los padres de la sociología, distingue tres tipos de liderazgos, el tradicional que simplemente se hereda, el legal que se obtiene a través de las elecciones y el carismático que se consigue gracias a los atributos propios de la persona. En la sociedad del siglo XXI podemos asegurar que los dos primeros pierden valor si no son acompañados del tercero.

 

El poder que tiene el liderazgo carismático quedó demostrado en el caso de Aysén. Un verdadero líder de hoy, gracias a sus cualidades, consigue el apoyo de los demás. Tiene que ser capaz de hablar de cosas simples y llamar a actuar con sentido de sociedad, no en pos del beneficio personal.

Un verdadero líder no puede transmitir odio, tiene que ser capaz de emanar desarrollo, progreso y soluciones. Se pueden recalcar los errores pero ellos no deben ser el centro del discurso, es necesario desarrollar ideas que construyan y tratar de dejar atrás lo que sólo destruye.

El nuevo líder es un ser humano hábil, empático y sutil que logra plasmar sus ideas con fuerza y con visión de futuro. No se da por vencido y refleja en sus palabras y acciones el sentir de la ciudadanía.

En un año de elecciones sin duda espero que quienes sean elegidos por nosotros para ejercer un cargo público y reciban las herramientas para contribuir al desarrollo, tengan las características de un nuevo líder. Sepan escuchar y llegar a acuerdos, luchen con fuerza por sus propósitos, no se queden pegados en los errores y menos aun recurran a la violencia. Las nuevas autoridades deben ser capaces, con un discurso simple y real, ser la voz de quienes conformamos la región de Los Ríos.

 

 

 

 

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