Creo sin lugar a dudas que uno de los cambios más notorios dentro de los últimos 15 años tiene directa relación con la transformación que poco a poco ha ido experimentando el sector rural, el cual constituye el albergue y sustento para casi tres millones de personas equivalente a poco más del 30% de la población nacional. En efecto, hoy en día el sector rural exhibe mayores niveles de integración en la vida económica, social y política de nuestro país, y con una gran diversidad desde el punto de vista de su estructura productiva y de las actividades generadoras de ingresos no tradicionales que cobran cada vez mayor importancia. Existen tendencias progresivas a niveles de conectividad, de tipo comunicacional, cobertura de electrificación rural, agua potable, equipamiento interna habitacional casi en un100%, refrigeradores, lavadoras, microondas, teléfonos celular, televisores de ultima generación y otros, el 30% de la población rural posee automóvil particular, existiendo además alrededor de 6000 mil kilómetros de caminos mejorados, por tanto, se ha ido diluyendo progresivamente el aislamiento de antaño abriendo nuevas modalidades de articulación campo-ciudad.
Debemos reconocer También un gran aliado en este contexto INDAP. Organismo estatal que por más de 4 décadas ha sido una de las principales instituciones de fomento y apoyo a los pequeños productores, y desde los años 90 en adelante ha jugado un rol gravitante en los procesos de modernización productiva de la agricultura familiar campesina, con especial énfasis en los grupos de mayor vulnerabilidad y pobreza en el campo. A partir del año 96 se crean varios programas de fomento: Prodesal convenio Indap-Municipalidad, Bono de producción agrícola año 2001, Programa Origenes-Bid-Mideplan año 2002, Convenio Indap Prodemu año 2003,Acuerdo Indap- Chile Alimentos 2004, Convenio Indap- Sag año 2006 y muchos más etc. Es evidente que los servicios de asesorías en terreno a los campesinos ha sido más eficiente y expedito las últimas décadas.
Sin embargo, desde mi óptica existen políticas que deben mejorarse en términos operativos frente a eventualidades y excepciones como ha sido la entrega de Bonos decretada por la emergencia agrícola del Caulle, debieron haber participado más actores, mi experiencia práctica de trabajar más de 15 años con campesinos desde Rancagua a Chiloé me indica que la estrategia debió ser con el Municipio respectivo, Departamento Desarrollo Comunitario, Organizaciones Territoriales, puesto que son estos los entes de participación que conocen y conviven diariamente con los afectados directos.
Ervis Guenupan Salamanca
Dirigente Social y Productor Apícola
Email: presidente@apicoop.cl
