Por Belarmino Monsalve Peña
Este dicho se lo escuché desde muy niño a mi padre…contaba que a la edad de 15 años, ingresó a trabajar en la construcción de la vía ferroviaria que uniría Crucero y Puyehue. Debido a la escasez de mano de obra de la época, la D.O.F. (Dirección de Obras Ferroviarias) contrató a muchas personas e instaló campamentos en Crucero y Chirre y con esto llegaron a estos lugares los paleros del norte o de la zona central, quienes para pasar los fines de semana, se dedicaban a jugar al naipe juegos como el Monte Tapado, Pepito paga doble, Brisca y otros.
Estos paleros manejaban un bolsillo adicional y muy escondido, donde dejaban la plata de sus pulperías y con ello aseguraban la comida de su familia. Los trabajadores nortinos y los trabajadores locales pasaron a convertirse en empedernidos tahúres, pues en esos años no existía la luz, no había TV ni radio. Cada vez que un jugador perdía, revisaba sus bolsillos. Si no tenía, se retiraba diciendo que “con la plata del pan no se wewiar ….”.
Hoy la situación es distinta y donde todos andamos corriendo y todo es competir, muchas veces las familias ni siquiera se ven y todo es trabajo, trabajo.
Según las estadísticas, cada trabajador está endeudado 5 veces su sueldo y es muy común ver en los Supermercados a las personas pagar con tarjetas; muchas veces las tarjetas salen rechazadas y aducen en las cajas que tienen todo pagado y que la maquinita es la que está mala, esto mientras la cola espera.
A ojos vistos, tanto hombre como mujeres no sólo han ocupado las buenas cartas, también se gastaron la plata del pan.
Mientras lo que a mí respecta y siguiendo los dichos de mi padre: “la comida y el pan lo sigo pagando en efectivo y moneda nacional”.
