Señor director:
“Seamos honestos. Valdivia tuvo una mala temporada turística, la más baja de los últimos 4 años. Los problemas de infraestructura que quedaron a medio resolver, los efectos de arrastre del terremoto y ganchos al turista que hay que revisar, se tradujeron en síntesis en una menor demanda.
Este escenario es preocupante y una señal de alerta que tenemos que atender si queremos transformarnos en un destino de excelencia.
Lejos de llorar, los armadores fluviales nos hemos puesto a disposición de la ciudad para colaborar en resolver aquellos temas perfectibles. En la medida que nos contribuyamos mutuamente, se favorece Valdivia, el turismo y el borderío”.
Fernando Liewald
Director Agrupación de Turismo Fluvial de Valdivia