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Las promesas del riego en la región de Los Ríos

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Hace varios años atrás, se anunció con bombos y platillos acerca del inicio de un proyecto de una gran obra de riego y drenaje en los sectores de Choroico, Rofuco y Los Esteros, denominado Llollelhue. Esta propuesta incluía una superficie estimada de 4.700 Has, las cuales se ubicaban entre los esteros Niscón por el Norte y Estero Traiguén por el Sur.

En el año 2002 se inicia el diseño de este proyecto, dentro del Programa de Obras Medianas de la DOH, con un financiamiento inicial de 200 millones de pesos. En el año 2003 se inicia el desarrollo topográfico del proyecto, a cargo de la Empresa EDIC SA, concluyendo con el Diseño Definitivo de este sistema de riego y drenaje, actuando como mandante la DOH del Ministerio de Obras Públicas.

En el año 2003 se desarrolla el Estudio de batimetría del Río Traiguén en 7 Km, del Estero Venado y Estero La poza en 14 Km, del Estero Cuño-Cuño en 800 mts., del estero Niscón en 600 mts. y del Rio Llollelhue en 8 Km. Ejecutor: Empresa EDIC SA.

En el año 2004 se desarrolla la primera etapa de Difusión y Validación, cuya ejecución se encarga a la Universidad Católica de Temuco, con financiamiento de la Comisión Nacional de Riego.

En el año 2006 se inician los estudios Preinversionales y Diseños de Obras de riego y Drenaje sector Llollelhue, décima Región, con financiamiento sectorial de 80 millones por parte de la Seremi del MOP y Dirección Regional de la DOH.

Este gran proyecto -según los antecedentes conocidos- tuvo un costo inicial de 530 millones de pesos en sus diversas etapas, lo que incluyó la construcción de 5 pozos profundos en calidad de sondajes, para determinar la disponibilidad de agua subterránea en algunos de estos sectores. Registra el Código BIP N° 20164871-0.

Los habitantes de estas localidades, en su gran mayoría pequeños productores y asentados del proyecto de la reforma Agraria, creyeron ciegamente en las bondades y seriedad de este proyecto, que en conjunto suman unas 300 familias y se atrevieron a diversificar la agricultura tradicional que desarrollaban y muchos ingresaron a la producción de frutales menores, frambuesas, arándanos, flores, grosellas, frutillas, etc., y armaron sus huertos con financiamientos diversos y en algunos casos con una mochila financiera muy pesada.

Sin haber recibido nunca una explicación de las causas que llevaron a abandonar este proyecto por parte de la DOH, ni de ninguna otra autoridad del Ministerio de Obras Públicas responsable del proyecto, los vecinos de estas localidades nos sentimos burlados, por haber creído ingenuamente que esta gran obra sería una compensación digna y justa a los pequeños emprendedores, debido a la gran cantidad de proyectos que la Comisión Nacional de Riego asignó a las grandes empresas, en perjuicio de las pymes que no han podido, individualmente, solucionar su problema de riego.

Pero esto no es todo el dolor y malestar de este segmento de la pequeña agricultura, sino más aún, ya que en las pasadas sequías que azotaron a nuestra zona sur, periodo 2008-2009, ninguno de los pozos profundos construidos en calidad de sondajes se pudo usar, porque están tapiados. Agravado este malestar porque todos ellos además, se ejecutaron en la zona menos demandante de riego y en el sector donde está la concentración de huertos frutales, no se construyó ninguno…

Si hoy las nuevas autoridades están dispuestas a darle una mano a las empresas de menor tamaño, que generan un importante porcentaje de mano de obra, acuérdense de los esforzados campesinos del sector Choroico, que a pesar de las desventajas que deben asumir en su proceso productivo, “no aflojarán chaqueta” en su camino trazado y están disponibles para seguir poniéndole el hombro a la Patria, aún en la adversidad.

Luis Aguilera

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