Política y Escuela

Las escuelas y liceos están compuestos de una serie de interacciones segmentadas de grupos unidos por intereses comunes, proyectos, deportes, actividades organizadas no excluyentes y voluntarias, lo que constituye un tipo de redes que, en definitiva, entrega identidad y genera una cultura que le hace ser diferente y especial.

Sin embargo la realidad nos muestra el difícil acoplamiento y la diversidad de opiniones y visiones que muchas veces desembocan en una lucha de intereses diversos y a veces enfrentados. Las Escuelas Públicas son parte de un complejo sistema de gobierno en el que los directores están subordinados a un sistema de control jerárquico. Como jefes intermedios deben responder a un jefe superior (jefe de Daem y por intermedio de éste, al alcalde y por intermedio de éste, a la comunidad). De ahí que a menudo, se enfrentan con el intento de satisfacer imperativos políticos y administrativos simultáneamente. De esta forma, la existencia de algún conflicto interno, el entramado de relaciones de poder entre los diversos sujetos, las estrategias expresas o tácitas de los grupos de interés, la interrelación entre las autoridades de la escuela y los diferentes niveles de la administración de la educación, han construido un modelo de organización escolar definido como técnico- racional. Por una parte producido por la transmisión de conocimientos mediante una aportación eficaz de recursos personales y materiales, y, por otra, con una doble vertiente: de un lado, la naturaleza política de las relaciones que se entretejen entre todos los actores de la organización escolar y de otro, el carácter político de las que surgen entre la escuela y su propio entorno (comunidad local y administración educativa).

Sin embargo se produce un rechazo tácito de las relaciones entre Política y Escuela que obedece principalmente al deseo de que en la escuela no penetre la política de partido, aunque en muchos sectores ese temor ya no está justificado porque existe consenso en que las escuelas o liceos son o deben ser un territorio ajeno a cualquier enfrentamiento partidista. De este modo se reconoce el papel político e ideológico que desempeñan las escuelas y liceos en un entorno social más amplio.

Jaime Bórquez Zúñiga

Foto: Nelson Rodríguez S. en toma de Escuela P. Lynch (Río Bueno, 2006)