Por Claudio Godoy Castro, Director Escuela de Tecnología Médica. Universidad Santo Tomás Osorno
29 mayo 2017.- La tuberculosis es una enfermedad que se trasmite por la bacteria Mycobacterium tuberculosis que ingresa a través de las vías respiratorias, alcanzando los alveolos donde se produce la oxigenación de la sangre, esta sería la infección primaria, sin embargo en pacientes inmunocomprometidos podría diseminarse. Los síntomas se restringen a las vías respiratorias inferiores, el contagio es por contacto cercano con otra persona enferma principalmente por la saliva.
En Chile a mediados del siglo pasado era un gran problema de salud pública, con tasas de 196/100.000 habitantes, produciendo enfermos y muertos. El riesgo de infección era muy alto, sobre el 80% antes de los 10 años de edad. Es en el año 1952, gracias a la creación del Servicio Nacional de Salud en que se aplica un programa Nacional contra la tuberculosis. La situación antes descrita cambia drásticamente en la década de los 70 donde la tasa de incidencia de tuberculosis baja, siendo de 12/100.000 habitantes.
Sin embargo, a pesar de nuestro excelente trabajo para disminuir esta enfermedad, hoy tenemos un riesgo latente proveniente de nuestras fronteras y más allá de ellas. Es válida entonces la pregunta que plantea que si existen más de 500.000 inmigrantes documentados, más los indocumentados, ¿podría esto traer nuevamente un aumento en las tasas de enfermedad en nuestro país?. El estado actual, habla de un aumento de la morbilidad (enfermedad) de un 10 a 15%. Esperemos que nuestro actual sistema de vacunación, BCG y las buenas condiciones nutricionales eviten el aumento de estas tasas especialmente en niños y adultos mayores.
En Chile nunca nos hemos planteado la admisión o no de un inmigrante condicionado a su estado de salud con respecto a la Tuberculosis, nuestro país los acoge y si llegasen a estar enfermos, nuestro Programa Nacional de la Tuberculosis los diagnosticará y tratará en forma gratuita. Sin embargo pese a esto no debemos desconocer que los países que tengan tasas de incidencia mayores a las de Chile serán un grupo vulnerable debido al riesgo de enfermar.
