06 enero 2017.- Esta voluntaria se desempaña hace cuatro años en la 6ta compañía de bomberos de La Unión, que se ubica en el sector de Puerto Nuevo. Roxana Quezada Miranda tiene 40 años, está casada con Gustavo Vargas, también voluntario y capitán de esta compañía y tienen 2 hijos; Ignacio (16) y Daniela (24).
De origen humilde, se destaca por ser una mujer trabajadora y con el don de servir a los demás, esto último fue lo que la motivó a ingresar en el año 2014 a la Sexta compañía de bombero donde es voluntaria. Está muy contenta y agradecida, ya que señala que ha sido una experiencia que le ayudado a enfrentar sus miedos y crecer como persona.
Para Roxana el reto de mayor responsabilidad ha sido ser conductora de un vehículo de emergencia, ya que según ella, es necesario tener un compromiso mayor y de mucha responsabilidad.
“Al comienzo creí que no sería capaz de conducir un enorme vehículo, ese era mi mayor reto, pero lo hice y se fueron dando las cosas, en este proceso también fue importante mi esposo quien también es conductor y me fue enseñando algunas cosas importantes a la hora de manejar un vehículo de emergencia”.
¿Por qué decidiste ser bombera?
Lo que me motiva es ayudar a los demás, desde chica tenía en mis pensamientos ser bombera y este sueño se concretó el año 2013 cuando ingresé como aspirante de bombero en la compañía de Puerto Nuevo. La experiencia ha sido buena y enriquecedora donde me he capacitado y he aprendido una labor que tiene una alta preparación.
Eres mamá, trabajas en una escuela (Conductora furgón escolar) y además bombera, ¿para ti no hay excusas para ser voluntaria y ayudar a los demás?
Para el que ama lo que hace y sirve a los demás, no hay excusas que valgan para no estar o ser bombero, es algo que se lleva en la sangre y me alcanza el tiempo para todo, para mí, mi familia, mis negocios y ser bombero.
En nuestra compañía hay cinco mujeres, todas trabajadoras y dueñas de casa que han tomado este desafío de ser voluntarias.
¿Por qué no hay interés de ser bombero en el sector?
Aquí el problema es que la Juventud después que termina la enseñanza básica debe emigrar a la ciudad, lo que dificulta que ingresen a las filas para ser bomberos. También creo que la escasez de trabajo en el sector hace que muchos se vayan de Puerto Nuevo.
Actualmente, la sexta compañía de bombero tiene 17 voluntarios entre hombres y mujeres, y recientemente les llegó un móvil Renault M-180 que era de la quinta compañía de bomberos, así pudieron lograr un sueño anhelado hace años de tener una máquina moderna para la comunidad.
