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El cuidado del suelo es el cimiento de una agricultura sustentable

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Uso del arado en la pequeña agricultura en isla Huapi, comuna de Futrono 

25 septiembre 2016.- “Hay hambre y miseria en el mundo porque el arado provocó la erosión que destruyó la capa orgánica superficial, perdiendo el suelo su fertilidad y capacidad de absorber el agua”. Carlos Crovetto, Agricultura de conservación, 1999.

El autor resalta que seguimos aplicando un sistema productivo basado en la extracción y no en la conservación o mejoramiento de los suelos.

A pesar de los adelantos tecnológicos, seguimos envueltos en un círculo vicioso que va destruyendo paulatinamente la fertilidad natural, trayendo consigo un aumento de los costos y el cambio de la actividad productiva de muchos agricultores. Este círculo vicioso está dejando año tras años millones de hectáreas de suelos agotados y en desuso o usado en alguna otra actividad como la forestación o simplemente erosionados.

Según la organización internacional Glovalsoilweek.org, en el año 2011 se perdieron 24 mil millones de toneladas de suelo fértil en el mundo, agravadas principalmente por sistemas productivos que no consideraran el cuidado del suelo a la hora de producir. Esta Organización estima que el 2050 la superficie agrícola disponible para cada habitante del planeta se reducirá a la mitad.

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Capacitación a pequeños agricultores de programa PRODESAL Río Bueno

Hardy Cárdenas es presidente de la ONG- Suelos Vivos, única organización en Chile que entrega asesoría en sistemas sustentables agropecuarios y nos cuenta su historia de vida ligada a estos principios de la conservación y el mejoramiento de los suelos en el sur de Chile.

“He vivido esta realidad desde que comencé los estudios y después la asesoría de cientos de productores en el sur de Chile, arando el suelo, pero que consideró que algo no estaba bien, ya que he creído que no es necesario destruir para producir”, señala.

El especialista, además, agrega que en su vida de estudiante de educación básica y media le llamaba poderosamente la atención las ciencias naturales y una conexión especial con la naturaleza que le cuesta describir o señalar, pero que hoy entiende “como un destino para el cual nació”.

“Ha sido un camino muy difícil, pero ha valido la pena caminarlo, encontrando personas que influyeron en mí como mi profesor de pradera, Roberto Poseck, en el liceo agrícola suizo de Traiguén, donde llegué como alumno de Sename, ya que no tenía mis padres, puesto que me habían abandonado y era criado con mi abuela, considerada “mi gran madre” que tuve”, señala con cierto dejo de nostalgia este unionino dedicado al agro.

Claramente Cárdenas es un agradecido de todo lo que ha recibido. “También agradezco al neozelandés que vivió en a la costa del Osorno, a orillas del rio Rahue, quien en 100 hectáreas hizo un vergel en la producción de pasto, Paul   Körkel me enseño y me animó a seguir este camino de la asesoría en praderas. Fue en su campo donde hice mi primera charla sobre el manejo de praderas perennes y la asesoría de cientos de personas desde Los Ángeles hasta Puerto Varas, desde el año 2000 hasta los días de hoy, pero concentrado ahora en la pequeña agricultura a través de una ONG que formé” (Suelos Vivos), relató.

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Charla a alumnos de escuela rural de Choroico en La Unión

Agregó: “Otras de las personas que ha influído en mis conocimientos en suelo y cero labranzas es Carlos Crovetto. Innumerables veces he visitado y he permanecido en su casa y campo aprendiendo de esta técnica que revoluciona los campos en varios países de Latinoamérica, pero no en Chile. Para muchos no le ha funcionado, seguramente porque lo siguen viendo desde una mirada tradicional. Pero, esto no tiene nada que ver con esos conocimientos de agricultura tradicional, es algo totalmente radical…como sistema agrícola el método de “cero labranzas” produce un centímetro de suelo por hectárea cada año en el mundo, contrario al sistema de labranza tradicional que elimina la capa orgánica y rica en nutrientes del suelo al ser extractiva”, dijo.

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Campo San Carlos comuna de La Unión

Comienzo

El presidente de la ONG- Suelos Vivos, Hardy Cárdenas, comenta: “El sobrepastoreo es la cuna de todos los males, es una frase que escuche de un amigo productor de pasto que aseguraba que no era ganadero, porque primero decía ser productor de pasto, lo cual me repetía cada vez que lo visitaba y creo que con el tiempo logre entenderlo. Es aquí donde comienza un circulo destructor del suelo, sobre todo cuando no se tienen los conocimientos en el manejo eficiente de la pradera.  Muchos productores han creído por muchos años que producir pasto ya es suficiente, pero la realidad demuestra que debemos aprender que lo más importante está en el suelo en sus aspectos físicos, biológicos y químicos, y que el sistema que implementemos   debe estar orientado a este equilibrio y no solo químico, como se cree hasta los días de hoy”, expresó.

Esta problemática está produciendo otro gran efecto, la deforestación que cada año se destruyen bosques para ser habilitados como unidad productiva agrícola o ganadera en su mayoría de las veces.

En el mundo 13 millones de hectáreas de bosques desaparecen cada año.

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Pastoreo selectivo  de ovejas costa de Osorno, pequeño ganadero.

El sobrepastoreo no es otra cosa que cuando el animal (Ovino o bovino) comienza a comer el pasto bajo la línea de los 4 centímetros o una hoja y media. Este problema ocasiona que los macollos de las gramíneas comiencen a extraer desde el suelo los nutrientes que necesiten para su crecimiento, produciendo un desgaste muy alto de las plantas. Si se cumpliera con la ley del mínimo, la planta tendría la capacidad de generar sus nutrientes desde la hoja, (Fotosíntesis) generando un aprovechamiento de la energía, cuando no se produce este fenómeno importante, los animales comienzan a seleccionar los pastos más nobles agotándolos y apareciendo pastos de menor calidad.

Otra de las leyes naturales del pasto es la entrada a consumo por parte de los animales, esta debe tener una altura óptima de consumo de 2.5 hojas o 12 a 15 centímetros. Una tercera ley natural es el rezago de la pradera(Rotación) para que nuevamente sea consumida, este factor cambia de acuerdo de la estación del año.

Esto si no se cumple se irá generando así un rápido deterioro de los pastos nobles y comienza aparecer pasto que se adapten a estas condiciones de manejo que generalmente son pastos pocos nutritivos o de bajo crecimiento. El suelo mal cuidado tiende a lo natural, siempre se cuida del sol y la lluvia, sobre todo cuando no se maneja bien la cobertura que debe quedar cuando se trabaja en la ganadería con las praderas, apareciendo “malezas” que se adaptan a condiciones de manejo muchas veces inadecuados.

El manejo de forma eficiente de la pradera permanente natural producirá una dependencia productiva, ya que no se hace necesario estar rompiendo el suelo para aumentar los rendimientos y sembrando ballicas o pastos todo el año, esto ayuda a no depender de maquinaria, fertilizantes y fitosanitarios. Otros de los grandes beneficios que tiene el manejo de pradera es la baja de gas de Invernadero, ya que siempre queda protección o residuos al pastorear, así como también una buena filtración del agua lluvia que penetra a las napas de agua y no se escurre a los causes de esteros y ríos.

Según un reciente informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la concentración de gases de efecto invernadero alcanzó un nuevo récord en 2012. Si la tendencia se mantiene -advierte el organismo- a finales de este siglo las temperaturas medias mundiales podrían aumentar más de 4 grados, lo que tendría «consecuencias devastadoras», si seguimos sobre pastoreando las praderas.

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Uso del arado en suelos orilla del lago Ranco, comuna de Futrono

Uso del arado

Cuando se rompe el suelo para producir, muchas veces con arado o rastras, lo que se produce son daños que tardarán mucho tiempo (10 año aproximadamente) en establecer el suelo las mismas condiciones físicas, químicas y biológicas que tenía el suelo.

La producción o rendimiento que observamos a pesar de las cantidades de abono químico que se le aplica a la siembra de pasto, en un gran porcentaje, equivale a los residuos de nutrientes orgánicos de suelo producto de “Terremoto” que se produjo en el suelo usando el arado o rastra.

Esta opinión también la fundamenta el especialista Andre Vosini, 1971, en su libro Dinámica de los Pastos, quien señaló: “El tiempo de reposo debe ser variable en relación a la estación y condiciones climáticas. En general los tiempos muy cortos de reposo favorecen a las especies de menor valor forrajero. Algunas especies forrajeras son muy sensibles al pastoreo al inicio de su crecimiento activo luego de la época de reposo, como sucede con la ballica  y el dactilis”.

En los años 70-80 llegaron las regeneradas de pastos, máquinas que no rompen el suelo para incorporar semillas de pastos. Claramente fue un gran invento, demostrando hasta el día de hoy una herramienta para no deteriorar el suelo, pero que muchas veces no viene acompañado de un manejo posterior a la regeneración de la pradera, que es vital para la permanencia del pasto que se está introduciendo.

“Un pasto recién sembrado se ve desbordado de hierba en el transcurso de los dos primeros años. Pero, durante los cinco a nueve años siguientes, el rendimiento comienza a descender”, señaló hace más de cuarenta años el experto francés.

“Los fenómenos que ocasionan este descenso de la producción (años de miseria) son muy complejos, y la falta de elementos nutritivos asimilables o el tipo de variedades sembradas son solo algunos factores entre otros muchos y no parecen ser los más importantes. Los años de miseria se acentúan al cabo de varias roturaciones sucesivas”, Andres Voisin 1971

“Busquemos en el suelo, cómo evoluciona la estructura y la vida del mismo durante los años de miseria. Los grandes aportes de abono no evitan el descenso del rendimiento durante tales años. La causa básica de este descenso del rendimiento debe buscarse en las características físicas desfavorables del suelo” (Klitsch 1932, citado por Voisin, 1971).

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Cultivos en laderas,  comunidad mapuche williche Kintuyen tue de Cuquimo, comuna de Osorno.

El suelo de los nuevos sembrados tiene tendencia a endurecerse. Con laboreo convencional el volumen de poros y el poder de retención de agua aumenta al principio de la pastura sembrada pero rápidamente comienzan a disminuir. “Durante los primeros años el elevado rendimiento vegetal, toma del suelo cantidades anormalmente elevadas de agua y de elementos fertilizantes. La competencia que ejercen entre sí las plantas jóvenes del nuevo sembrado y su adaptación a las condiciones del medio, conducen a la destrucción de una importante fracción de esta nueva flora, lo que pone al desnudo una parte del suelo. Las consecuencias son evaporación improductiva de agua y la formación de grietas o el apelmazamiento del suelo. Traduciéndose en una disminución de la capacidad de almacenamiento de agua. Entonces se alcanza el nivel más bajo: el suelo esta “muerto” y ha perdido su estado muelle, que caracteriza al suelo de pastizales viejos” (Klapp, 1942, citado por Voisin, 1971). Los pastizales viejos ofrecen una mayor resistencia a la sequía.

Otro de los fenómenos que ocurren durante el inicio de una pastura sembrada es la disminución de materia orgánica del suelo por oxidación de la misma, liberando nutrientes que permiten un crecimiento inicial, pero con disminución del humus.

“La conclusión de nuestras observaciones es la de que es preciso modificar lo menos posible la estructura física específica del suelo de los pastos permanentes y por consiguiente, debe evitarse el roturarlos” (Klistch 1932, citado por Voisin, 1971).

La fertilidad del suelo depende, en gran parte de su riqueza en humus y en elementos minerales asimilables, y que es debida a la actividad de los organismos vivos que se encuentran en él como vegetales, hongos, bacterias, nemátodes, ácaros, collémbolos, enquitreidos, moluscos, lombrices, vermes del suelo, miriápodos, larvas dípteros, hormigas, arañas. Andres Voisin1 1971.

Granos

En sistema agrícolas de producción de grano, tenemos incorporados desde tiempos muy antiguos el uso del arado y maquinaria especializada para romper el suelo para producir, produciendo así un rápido deterioro del suelo en Chile y el mundo. Prueba de ello es cómo hoy regiones que fueron graneros de Chile, dejaron de serlo y quizás manejamos mejores rendimientos, pero están acompañados de altos costos y márgenes cada vez más pobres, sobreviviendo muchas veces estos agricultores por los volúmenes que entregan a las plantas.

También se demuestra cada vez que los terrenos que fueron agrícolas o ganaderos hoy son campos forestales como la VIII, IX y la región de Los Ríos, ya que su fertilidad muchas veces orgánica y física está deteriorada por sistemas productivos extractivos.

Según fuentes de Ciren (Centro de Recusos Naturales) el 49,1 % del territorio nacional, presenta algún grado de erosión, mientras que la potencialidad de este fenómeno, alcanza al 70% de la tierra del país.

Para la gran mayoría de los productores agrícolas y ganaderos el sistema extractivo que hoy manejan están siendo dependientes de un sistema que lo está llevando hacia la destrucción. Prueba de ello es que trabajan más para otras empresas, sobre todo cuando hay que pagar las facturas de fertilizantes, fitosanitarios, semilla y maquinaria, quedando para ellos una utilidad que cada vez se hace más difícil sostener con estos sistemas. Este sistema esta creado más para otros que para el agricultor.

Más del 90% de nuestros alimentos proviene del suelo. 25% de este suelo ya se ha degradado a un nivel en que ya no se puede apoyar la producción de alimentos. En todo el mundo, estamos perdiendo cada año 10 millones de hectáreas de tierra fértil. Eso es 30 campos de fútbol por minuto. La mayoría de esta degradación (75%) es debido a la agricultura, a la manera en que actualmente se trabaja el suelo, señala Glovalsoilweek.org

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Siembra en cero labranza sobre rastrojo

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), sugirió una serie de cambios que podrían llevarse a cabo para reducir la emisión de gases contaminantes, esto debido a que la agricultura actual contribuye con cerca de 11% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

De acuerdo con este organismo, el daño medioambiental generado por el agro podría reducirse sustancialmente si el mundo adoptara una técnica agrícola que es ampliamente utilizada en los países más australes de Sudamérica, donde se ha logrado recortar más de 250 millones de toneladas de gases de efecto invernadero desde los años 90.

Se trata de la siembra directa, un sistema que no requiere arado, utiliza muy poca maquinaria agrícola y logra reducir significativamente las emisiones de dióxido de carbono (CO₂), uno de los principales gases de efecto invernadero.

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Siembra en cero labranza de avena sobre rastrojo de vicia, Concepción 

Los agricultores de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay están a la cabeza del mundo en implementar este método, que también es usado en menor escala en Estados Unidos, Australia, y China, entre otros.

Mientras que a nivel mundial el 8% de las tierras utilizan la siembra directa, en el Cono Sur de América más de 70% del área sembrada se cultiva de esta forma, según el Pnuma, y por eso el organismo instó a todos a seguir el ejemplo sudamericano.(BBC.COM)

Mercado

El sistema productivo extractivo que utilizan los productores ha tenido a las empresas proveedoras como de Fertilizantes, semilla, agroquímicos y maquinaria en este círculo, ya que solamente se han preocupados de entregar un servicio a los agricultores y no tomando conciencia que con este sistema están ayudando a acelerar la pérdida de fertilidad de muchos campos en Chile y el mundo.

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Otro organismo internacional que se ha unido a estos inconvenientes que hoy  afecta a millones de productores en el mundo por la pérdida de suelo fértil es la FAO (http://www.fao.org/soils-portal/es/ ) que hace una llamado a producir, pero enfatizando en el cuidado del suelo y ha declarado el día 5 de diciembre como el día mundial del suelo.

Impacto Social

El aumento de costo en una unidad productiva está asociada a una menor fertilidad orgánica y física del suelo. Así como las personas del planeta más pobres están asociadas a los suelos más pobres del mundo.  Este problema está ocasionando un éxodo de las personas del campo a la ciudad, especialmente de pequeños y medianos productores campesinos, y que se mantiene hasta los días de hoy. También una inadecuada distribución de suelo (campos), quedando en su mayoría en manos de grandes productores.  Es de seguro que este problema social de distribución estallará en algún momento, ya que los agricultores pequeños están quedando sin campo y ocasionando por décadas que el pequeño agricultor y su familia migren hacia la ciudad, a poblaciones, en buscas de mejores perspectivas para ellos y, muchas veces, dependiente del Estado.

Círculo virtuoso Pradera

La prueba que los sistemas productivos sustentables son el presente y futuro, es que, a pesar de los vaivenes del precio de la leche o de la carne en el mercado, estos sistemas aún persisten y su resistencia se basa en cuatro ejes: El Suelo (cuidado), manejo eficiente de praderas (perennes), una genética adecuada y calidad del trabajador o pequeño (social).

Hardy Cárdenas comenta con cierto dejo de triunfo que “varios productores, hace muchos años, se atrevieron a ir por este camino sustentable y hoy los veo con alegría y satisfacción, ya que creyeron en un sistema innovador que les propuso un joven que se abrió camino en un estrato social en el que la discriminación racial y social es muy fuerte”. Esto porque Cárdenas provenía de una condición social desmejorada y de una familia mapuche.

“Tuve el privilegio de guiar a muchos productores desde Los Ángeles hasta Puerto Varas, impartiendo y compartiendo los conocimientos que aprendí sobre el cuidado y respeto que debemos tener del suelo, algo que muchos no consideran a la hora de implementar un sistema productivo. Como gran ejemplo quiero citar a la familia Brandt Carrasco, a quienes comencé a asesorar por varios años, aumentando en forma sostenida su producción que comenzó desde 200 vacas en producción a 900 vacas en la misma superficie y Edmundo Henríquez (2000), quien en 40 hectáreas maneja 150 vacas lecheras en la comuna de Río Bueno”, acota el especialista.

Enfatiza que, “estos son algunos productores que creyeron en el sistema, y más que darme una posibilidad, se la dieron a sí mismos, a sus predios, que hoy han crecido, tomando relevancia porque, a diferencia de los campos que han perdido su activo más preciado -el suelo- ellos han crecido, pero con el plus de empresas agrícolas sustentables”.

Círculo Virtuoso granos

Los círculos virtuosos o sustentables son sistemas integrales no separados uno del otro.

Una de las voces más autorizadas en cero labranza en Chile y en Sudamérica es Carlos Crovetto, quien por más de 50 años ha desarrollado su campo con este técnica.

Crovetto, considerado para muchos como el padre de las cero labranzas en Chile, en una visita a su campo en Chequén el 2015, muestra lo que en su predio -ubicado en la región del Bio Bio- se ha logrado durante 50 años bajo esta técnica: unos 50 centímetros de nuevo suelo, siendo el único campo que produce granos en la comuna de Florida, Concepción.

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Visita al campo de Carlos Crovetto, Concepción 

Carlos Crovetto es claro en señalar que, “para revertir los actuales sistemas extractivos que se utilizan en la agricultura o ganadería, debemos incorporar el dinamismo del Suelo, como algo vivo y que no solamente necesita elementos químicos para su funcionamiento en forma armoniosa”.

El productor agrícola agrega que, «técnicas de mejoramiento o producción de suelo en el mundo hay pocos, uno de ellos es la cero labranza, una técnica que no rompe el suelo para producir y deja los residuos de cosecha encima del suelo, además que cuenta con maquina especializada para ellos. A pesar de que en Chile hay variedad de estas máquinas, la técnica es poco usada por desconocimiento y el poco interés, ya que su uso y resultado es a mediano o largo plazo”.

Pero, la mayor crítica de Carlos Croveto es hacia el Estado chileno, centros de investigación, universidades y organismo del agro que no han sido constantes para establecer políticas de mediano y largo plazo en la implementación de técnicas y manejos en la cero labranza para el desarrollo productivo de granos. Ello, porque a juicio del agricultor, “hay interés en generar dinero rápido sin considerar los efectos del uso de maquinaria y químicos, que generan graves problemas en la agricultura como la contaminación, la erosión y el desgaste de los suelos, que trae consigo altos costos que hacen poco atractiva la agricultura”.

Esta técnica en otros países latinoamericanos es ampliamente usada, tal como el caso de Argentina, Brazil y Paraguay, con excelentes resultados. Su técnica consiste en manejar los residuos de cosecha sobre el suelo, produciendo Humus para el suelo y plantas más sanas, ya que se parte desde tener un equilibrio en el suelo y bajo de él, bajando así costos en fitosanitarios y fertilizantes, así como también horas de trabajo en maquinaria como tractor y otros equipos que se usan en los sistemas tradicionales.

Los sistemas sustentables en la pequeña agricultura y de autoconsumo, vienen a quedarse. Prueba de ellos son los sistemas económicos usados en la agricultura (global) que solo piensan en el mercado como eje económico y del no como producir. En la pequeña agricultura, seguir con estos sistemas se hace imposible.

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El único futuro viable para una pequeña agricultura de autoconsumo y sustentable en el tiempo es aplicar técnicas y manejos no extractivos, que considere el respeto al suelo como base fundamental del proceso productivo, a través de lo cual se puede lograr de manera eficiente rentabilidad e independencia a mediano y largo plazo, al racionar  el uso de todos aquellos elementos, tales como fitosanitarios, fertilizantes, maquinaria y semillas, que elevan los costos de producción en una agricultura tradicional haciendo que el productor sea dependiente de un sistema nefasto.

 

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