Por Egon Montecinos M. Intendente Región de Los Ríos
Esta semana ingresó a discusión parlamentaria el proyecto de Ley de Reforma a la Educación Superior, expresión del compromiso del Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet para reducir desigualdades que persisten en un sistema vigente desde hace 35 años.
Esta Reforma construye sobre lo que Chile ya ha avanzado. Reconoce el carácter mixto – público y privado- del sistema de educación superior, valora y proyecta la autonomía y diversidad de las instituciones, estimula la libertad de creación y la participación.
Se trata de proponer un camino ordenado y responsable para transitar a la necesaria gratuidad universal de una educación superior que garantice la calidad y equidad a nuestros jóvenes, para responder a las necesidades de formación profesional y técnica que nos está planteando el futuro del desarrollo de Chile y sus regiones.
La Reforma de la Educación Superior aumenta financiamiento público y a través de la gratuidad, permite un derecho efectivo y universal; supervisa y ordena el sistema para elevar los estándares de calidad y aumentar la confianza; fortalece la Educación Técnico Profesional para ponerla al día con las nuevas exigencias del mundo del trabajo; reconoce y apoya el aporte específico de las Universidades Estatales para hacer de ellas un referente.
Este proyecto de Ley es la culminación de un proceso de reforma integral a la educación, que se inicia en la educación parvularia, que sólo en la Región de Los Ríos permitirá la apertura de más de 100 nuevas salas cunas, que atenderán a más de 2.000 niños y niñas. Continúa con la gratuidad en educación escolar, carrera docente, fortalecimiento de la educación pública, creación de centros de formación técnica estatales, que en nuestra región se implementará en La Unión y la gratuidad universitaria, que ya beneficia a más de 3.000 estudiantes de Los Ríos.
Instalar la equidad y la gratuidad como pilares de la Educación Superior será obra del diálogo y de poner por delante las necesidades de las nuevas generaciones de estudiantes, de sus familias y el bien común de Chile.
