Dos cerditos, dos ovejas, patos y gallinas, fue el pago que el abuelo Memoria le pagó a un brujo de Calcurrupe para que creara a esta criatura que el Calcu a partir de restos mortales de una niñito de pocos días desenterrado, quebrándoles los huesos y tendones lo transformaba dejándolo eternamente pequeño y vuelta a la vida por el Calcu.
Estos chimallén podían ser buenos o malos, según quien los controla su misión es proteger y obedecer a su dueño y actúa como un ser benéfico si su dueño es bueno, cuida los animales y bienes defendiendo valientemente lo que se le encomendó. Utiliza su luz para confundir y desorientar dejando ciego y aturdidos a sus enemigos también es utilizado para atraer riqueza y fortuna a su dueño.
El chimallén, debe ser bien alimentado, su comida es sangre, leche, y miel, al no alimentarlo significaba, que cualquier vecino al darle comida se lo podía robar, de ahí viene el dicho: “por goloso pierde la vida el chimallén”.
El chimallén maléfico, lo tenia la gente envidiosa, que lo utilizaba para hacer daños a los vecinos; estos enterraban huevos o gallinas muertas para que se pierda la siembra del año. En variadas ocasiones, se enviaba al chimallén cuando estaba de color rojo, a la casa del calcu enemigo, lo que le aseguraba la muerte, si este se posaba sobre la casa.
Cuentan que el abuelo Memoria, sabía de la historia de una vaca que llevaban robada por detrás del monte donde hoy se encuentra un acopio y al ser descubierto por el chimallén del calcu Lautraf Yefi, este en forma muy valiente, dejó ciego y estupefactos a los ladrones, de esta forma los cuatreros no pudieron lograr su objetivo.
Hoy los chimallén, ya no se mutan y se fueron al sector Puel y se transformaron en “CHERUFES” , donde viven en el magma dentro de los volcanes; hay por miles dentro del cordón Caulle. Cuando las personas no respetan el Pachamama salen por miles y en forma candente hacia la tierra; los que caen al río, se transforman en piedra Pómez y los que caen en pastizales, podrían formar un incendio de proporciones… y ya no se vuelven a transformar nuevamente.
En conmemoración del Año Nuevo Mapuche “Wetripantu”
Por Belarmino Monsalve Peña