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Valdivia: Segregación urbana, pobreza y calidad de vida

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claudio_mendez

Por  Camilo Fontanilla, Estudiante de Periodismo UACh

Para la mayoría de los vecinos que utilizamos los buses rurales, microbuses urbanos y taxis colectivos de la comuna de Valdivia, el cambio del paisaje desde las zonas céntricas de la ciudad y aquellas instaladas en los límites del Plan Regulador Comunal resulta evidente. La segregación se ha constituido como la nueva pobreza que amenaza la calidad de vida de los valdivianos: inequidad en la distribución y mantención de áreas verdes, paradas para transporte privado con fines públicos sin una lógica para sus propios usuarios y estigmatización de barrios producto de actos delictuales de algunos de sus habitantes.

Este nuevo tipo de pobreza no es solo producto de bajos sueldos o falta de trabajo para mujeres y jóvenes, sino más bien de la negación de una mejor calidad de vida a gran parte de nuestros vecinos de la comuna de Valdivia, la cual se ha instaurado sin que como comunidad hayamos sido capaces de exigir a nuestros representantes el revertir dicho escenario injusto.

La segregación de nuestros barrios nos ha conducido a un círculo de prejuicios y estigmas sociales, en donde las consecuencias negativas de dicha realidad implican que valdivianos y valdivianas presenten: menor acceso a la salud, a microbuses urbanos, taxis colectivos, radio taxis y seguridad pública. Y generalmente, el costo social más alto de este escenario lo reciben nuestros adultos mayores, mujeres y niños.

No podemos aspirar a constituirnos como “la ciudad más linda de Chile”  sin que parte importante de nuestros vecinos no se sientan parte de ella desde que salen de sus casas. Como ciudadanos, debemos trabajar con el gobierno local para que la calidad de vida sea de todos y no de unos pocos.

 

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