Por Valezca Escárez Martínez. Encargada Secretaría de la Mujer JDC, Los Ríos.
Una vez más la consternación nos invade, tras el dramático feminicidio ocurrido en la comuna de Lago Ranco, que es el primer en nuestra región, y el cuarto sucedido en Chile en lo que va de este año.
La trágica noticia era informada por medios regionales señalando: “Hombre mató a su esposa y luego se suicidó de un disparo”; “ Un hombre de 51 años asesinó de un balazo a su esposa de 43 y luego se suicidó con la misma arma”.
¿Tomamos conciencia de esto?, o ¿femicidio tan sólo significa el asesinato de las mujeres por el hecho de ser mujeres cometido por hombres?. En nuestro país la definición legal dispone que femicidio es: “el homicidio cometido contra la mujer que es o ha sido cónyuge o conviviente del autor del crimen”. De esta manera ¿el femicidio tan sólo sería una tipología del delito de homicidio?, definitivamente No, el femicidio es una barbarie que no distingue entre regiones, países, clases sociales, ni origen étnico. Una barbarie, cuyo impacto mundial se manifiesta con sus particularidades en cada sociedad, realidad que intenta ser silenciada por el discurso patriarcal y misógino.
Debemos alzar la voz, como mujeres no debemos permitir que femicidio se convierta en una palabra utilizada de forma habitual, invisibilizada, carente de valor social y que sólo represente una tipología del delito de homicidio, debemos ser conscientes que constituye una forma de barbarie, una vergonzosa violación de los derechos humanos, fundamentalmente porque es el asesinato de mujeres realizado por hombres motivado por odio, desprecio, placer o un sentimiento de propiedad sobre las mujeres, además el feminicidio toma en consideración: la relación inequitativa entre los géneros, la estructura de poder y el control que creen tener los hombres sobre las mujeres para disponer del momento de nuestra muerte.
Como mujeres de la juventud Demócrata Cristiana de la Región de Los Ríos, nos sumarnos al dolor infinito, de difícil consuelo, de las familias de cada mujer asesinada, con la promesa de que desde la sociedad, desde cada uno y una de nosotras, seguiremos luchando para erradicar el feminicidio y todo tipo de violencia de género.
