El día miércoles 27 de enero, se hizo pública la renuncia del único oncólogo infantil de la Región de Magallanes, doctor Fernando Bracho del Hospital Clínico de Punta Arenas.
Debido a este motivo, los pacientes están siendo derivados al lugar más cercano para seguir con su tratamiento, ubicado a más de 2 mil kilómetros de distancia, en Valdivia.
“Este hecho nos parece una clara vulneración a los derechos de los pacientes que estaban en tratamiento en Punta Arenas”, comentó la Directora Ejecutiva de la Fundación Daya, Ana María Gazmuri. “Derecho a la salud, a la dignidad y a la vida no están siendo contemplados, y no puede ser que la solución sea trasladar a familias a una ciudad tan lejana, sin posibilidad de continuar su tratamiento en su ciudad”, agregó la representante.
Desde hoy, los tratamientos que se van a realizar son sólo orales, mientras que los que requieran de quimioterapia ya no podrán ser atendidos.
“Este es un claro retroceso médico”, agregó por su parte la Representante de la Fundación Daya en Punta Arenas, Verónica Garrido.
“Se hace muy complicado para las familias el trasladarnos a Valdivia, una ciudad donde no conocemos a nadie y no está nuestra fuente de ingresos, para seguir con el tratamiento”, comentó Garrido, quien, además, es una de las afectadas, por ser madre de Joaquín, un joven de 12 años con un glioma en el nervio óptico que necesita quimioterapia constante.
“Es lamentable este hecho donde más de 30 familias están siendo afectadas, y hacemos un llamado al Gobierno a hacerse cargo del problema y suplir la vacante que queda con la partida del doctor Bracho, y así no vulnerar el derecho de estas personas a recibir el tratamiento adecuado”, puntualizó Gazmuri.
