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Fallece fundador de ferreterías Harcha

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OSVALDO HARCHA RABIÉ fallecido hoy domingo  y  es velado en la  Capilla Santa Ana de la ciudad de Río Bueno.

Aquí dejamos una  entrevista realizada por la  revista LA UNIÓN en diciembre de 2007.

La tradición ferretera en la zona de Los Lagos, Río Bueno, Lago Ranco y La Unión se encuentra ligada a Osvaldo Harcha Rabie y su grupo familiar, quienes disfrutan hoy de prestigio y de un buen pasar gracias al rubro ferretero, dando trabajo a más de cincuenta funcionarios con que cuenta la empresa, Harcha y Cía. Ltda.

Para conocer sus inicios nos remontamos a 1925, cuando llegan sus padres a Chile, provenientes de Palestina, sin saber nada del idioma ni costumbres de este lejano país, pero con ingenio y trabajo salen adelante. En esa misma época, fueron decenas las familias provenientes del mundo árabe que en su afán de evadirse de los conflictos que asolaban a sus pueblos, decidieron partir, entre otros destinos, a tierra chilena.

En una amena conversación y con una especial simpatía don Osvaldo, nos cuenta detalles y anécdotas de su vida en torno al mundo del comercio, conocemos la historia de sus ancestros y de él en particular. Así nos relata que sus padres junto a otros familiares, se establecen en Pitrufquén, Región de La Araucanía, luego se disgregan. Sus padres, llegan a la ciudad de Los Lagos, actual Región de Los Ríos. Allí instalan un molino de trigo y la tradicional tienda de ropas en la calle Balmaceda de Los Lagos. En este negocio familiar colaboraban todos los hermanos Harcha Rabie, que en total eran nueve. Actualmente, aparte de él, solo sobreviven su hermana Elsa viuda de Misle que junto con su hijo son concesionarios de la Estación de Servicio Copec de Los Lagos y su hermano Antonio, empresario agrícola de la comuna de Futrono.

Sus estudios primarios los efectuó en Los Lagos y los secundarios en el Liceo de Hombres de Valdivia. Pero desde pequeño lo único que lo atraía poderosamente, era las ventas del almacén familiar, que contaba con una buena clientela. Posteriormente en 1960, cuando ya él y algunos de sus hermanos lideraban el negocio, se presenta la posibilidad de comprar el almacén y ferretería de la calle San Martín, allí se van don Osvaldo y su hermano Antonio, quien más adelante se retira, quedando solo él con su esposa atendiendo el negocio que se llamó el “Blanco y Negro” . Este es el instante en que Osvaldo Harcha Rabie, sin siquiera pensarlo mucho se embarca en este rubro en el cual tendrá mucho que aprender, pero en el que encontrará el rumbo de su quehacer empresarial.

Muchos pueden pensar que su vida ha sido fácil, mas no fue así. El recuerda distintos episodios en que las cosas se le pusieron “cuesta arriba”, por ejemplo: con el terremoto de mayo de 1960 parte del molino familiar se vino abajo y para colmo de males, el desplazamiento de los cerros aledaños tapó la única salida del lago Riñihue en varios tramos, distante 50 kilómetros al oriente de Los Lagos. Cuenta que el río San Pedro a los pocos minutos, después del violento sismo, reduce a un mínimo su caudal, situación que tenía su origen en los “imponentes tacos”. Vino una obra titánica, casi a pura pala se logra ir abriendo una brecha entre la tierra fangosa, para que finalmente comience a desaguarse el lago por el nuevo lecho del San Pedro, esto fue conocido en jerga popular como el “Riñihuaso”, pero no evitó que la ciudad de Los Lagos quedará inundada por varios días. Dura tarea, primero trasladar todas sus pertenencias y las mercaderías a un galpón lejano, luego limpiar el fango que el paso del agua había dejado, para reinstalar todo y volver a partir. Arduo trabajo desempeñó allí también su hermano René, alcalde de la comuna en ese entonces, famoso a nivel nacional porque siempre vestía de huaso, ya que su preocupación y responsabilidad, por sobre el drama familiar, era la de ayudar a todo un pueblo en desgracia.

Otro episodio que marcó su vida, fue los difíciles días que vivió entre los años 1972 y 1973, porque en vista a la situación reinante sobre todo en el rubro almacén, decidió traspasar a sus empleados y colaboradores el total del “Blanco y Negro”, como premio a su lealtad y apoyo. Por la amistad de unos amigos mexicanos, que los vinieron a ver y ante ofrecimiento para trabajar con ellos en tierra azteca, decide partir con su familia a México llegando a la mismísima Guadalajara, pocos meses antes de septiembre de 1973. Reconoce que no se pudo acostumbrar allá y aprovechando el orden económico y social que se advertía nuevamente en Chile, decide retornar en 1974 y rescatar lo que le quedaba, la ferretería, la casa y el auto. Aquí destaca y valora el incondicional apoyo que siempre tuvo y hasta el día lo acompaña en los negocios, su gran colaborador don Guillermo Studer, bajo su control y el de su hija está la ferretería de Los Lagos.

Pero las desventuras del Sr. Harcha no terminaban, siendo devastador el incendio que destruyó por completo su ferretería de Los Lagos en los años ochenta. Ahí unidos, ante la tragedia, él y sus empleados hicieron el esfuerzo para renacer de entre las cenizas.

Consciente del éxito que había obtenido con su establecimiento comercial en Los Lagos, consideró que debía abrir una sucursal, por tanto en 1976 abre la Ferretería Harcha de Río Bueno. Durante dos años viajaba diariamente desde Los Lagos a Río Bueno, hasta que en la necesidad de que sus hijas dejen de estar internas (lo eran del Colegio Santa Cruz de Río Bueno) deciden arrendar un departamento en un principio y más tarde radicarse definitivamente en Río Bueno. Esto le permitía estar cerca de este negocio y compartir con su familia completa, vale decir su esposa María Eugenia Arenas y sus hijas María Pilar, Marcela Eugenia y María Paulina.

Posteriormente abre la sucursal de La Unión, hoy a cargo de su hija mayor, María Pilar. Hace siete años también se instala en Lago Ranco. Son precisamente sus hijas, todas profesionales, que hoy llevan la administración de los negocios, teniendo cada cual su responsabilidad puntual en la conducción de la empresa.

Osvaldo Harcha destaca como muy positivo el hecho que sus ferreterías estén adheridas a la cadena nacional CHILEMAT, lo que le ha redundado en grandes beneficios y buenos precios, donde al final quien gana es el cliente. La cadena ferretera CHILEMAT a su disposición una gran bodega en Santiago, se preocupa del alhajamiento y modernización de los locales de sus asociados e incluso dicta periódicos cursos de capacitación para el personal.

Finalmente nuestro personaje destacado Osvaldo Harcha Rabie explica que siempre piensa en entregar el mejor servicio a las ciudades donde está presente. Ahora a inicios de 2008 en La Unión se inaugurará una gran ferretería ubicada en la calle Serrano destinada exclusivamente a los materiales de construcción, esto servirá para descongestionar el local del centro, frente a Plaza de la Concordia. Por otra parte en Río Bueno en un tiempo más se iniciará la instalación del denominado “Patio Constructor”. Desde el punto de vista empresarial, siempre está colaborando y muy pendiente del crecimiento de las ciudades que hoy lo acogen, en especial de La Unión capital de la Provincia de Ranco.-

 

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