Por Rodolfo Arriagada Villanueva, Profesor de Educación Básica.
Con fecha nueve de Septiembre del 2015, ha ingresado al congreso nacional un proyecto de acuerdo, que busca legislar sobre mayores y mejores condiciones de apoyo de parte del estado, a las personas que presentan Autismo. ¿Cual es la diferencia entre esta propuesta y otras presentadas con anterioridad.? La respuesta es simple. Esta iniciativa legal nace desde la inquietud, necesidad, experiencia y deseos de quienes viven a diario la vulnerabilidad social que esta condición genera en las personas, especialmente en los niños. El movimiento social “AutismoChile” apoyados por la diputada Maya Fernández, a sido el pilar fundamental de esta propuesta y que ha circulado y difundido por las redes sociales como “Ley de Autismo” acompañada del slogan “Nunca más solos.” Y que además a sido capaz de congregar manifestaciones multitudinarias en varias ciudades a lo largo del país.
Ya hemos comentado en textos anteriores, el grado de abandono que hoy existe en Chile hacia las personas que conviven con el Autismo. La falta de políticas públicas concretas, la carencia de apoyos específicos o incluso las dificultades para el acceso al sistema educacional, solo por nombrar algunos, son parte de una larga lista de necesidades NO cubiertas por quien es el llamado a ser el provedor y/o protector de estas, nada más y nada menos que el estado de Chile.
Aunque también es justo reconocer que este último tiempo se están generando las instancias para enfrentar las falencias ya comentadas. Una de ellas es la que se originó en la secretaría socio-cultural de la presidencia y en la cual, se invitó a organizaciones e instituciones vinculadas con el autismo, a una mesa de trabajo para elaborar propuestas para la implementación de políticas públicas que propongan medidas concretas en esta materia.
Curiosamente, son algunas de estas instituciones las que han alzado la voz, para oponerse a una posible ley especifica para una condición determinada. ¿Su principal argumento? La posible discriminación hacia las otras condiciones de discapacidad que conviven en la sociedad y que también luchan para que el estado cumpla su rol hacia ellos.
No me detendré en analizar la validez de este argumento, solo puedo decir que: Toda ley, por naturaleza discrimina. Discrimina sobre todo, a aquel que NO beneficia. Discrimina a quién por años ha obtenido beneficios económicos a causa de la desesperación de otros. Discrimina a quienes por largo tiempo, le han cobrado a padres y madres afligidos, el escaso dinero de sus ingresos mensuales en terapias. Discrimina a quienes por años han ofrecido curas milagrosas de una enfermedad que NO es tal. Ejemplos podríamos colocar varios.
Pero, esto es lo preocupante, invitar a elaborar políticas públicas sobre autismo, a quienes por años se han beneficiado del autismo, es francamente como invitar a las AFPs a elaborar políticas públicas para reformular el sistema de pensiones o invitar a las Isapres, a liderar la reestructuración de Fondo Nacional de Salud.
Es por esto, que muchas familias, valoramos este primer paso para la creación de una futura ley de autismo ya que consideramos, que puede ser la base para grupos relacionados con otras condiciones, puedan también transitar por el mismo camino.
Hoy lucho por mis hijos… Mañana tu podrías ser mi compañero en esta lucha. Ley de Autismo Ahora…!!! Nunca Más Solos…!!!
