Por Paz de la Maza, Seremi de Transportes y Telecomunicaciones
Tras la Comisión Pro Movilidad Urbana, impulsada por la Presidenta Bachelet, en Valdivia hemos realizado dos encuentros ciudadanos para dialogar sobre las dificultades que enfrenta las personas a la hora de movilizarse. Estos encuentros arrojaron la necesidad de intervenir en siete dimensiones: Planificación integrada del uso del suelo y la movilidad urbana, privilegio del transporte público masivo, desincentivo de modos privados individuales de transporte, promoción del uso de modos no motorizados, una nueva cultura de la movilidad urbana, marco de política pública y normativo y un marco institucional de la gobernanza urbana.
Respecto a la cuarta dimensión, una de las principales propuestas fue promover el uso de la bicicleta como medio de transporte, invitandonos a ver este medio como vehículo y al ciclista como conductor.
Nuestros esfuerzos como gobierno se han centrado en la construcción de ciclovías. Sin embargo, el foro ciudadano reforzó la necesidad de mejorar la infraestructura, pero también de establecer derechos y obligaciones para quienes usan este vehículo.
Gracias al diálogo con la comunidad hemos detectado la importancia de desarrollar vías públicas especiales, mejorar su equipamiento, gestión, señalética y generar condiciones de seguridad especiales, temas que como Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones iremos trabajando coordinadamente con otros servicios como el Ministerio de Vivienda y Urbanismo para abordar esta temática desde la planificación de la movilidad y la infraestructura en zonas urbanas.
Promover el uso de la bicicleta es un desafío de todos. Por eso invitamos a la empresa privada, las universidades, los cafés y otros negocios a adoptar medidas de bajo costo y de alto impacto, como la instalación de bicileteros que faciliten el estacionamiento para los usuarios de estos vehículos mono plaza. Desde nuestro comportamiento diario podemos contribuir a este cambio cultural que nos permitirá convivir de forma armónica a la hora de movilizarnos por la ciudad. Bajarse del auto no sólo contribuye a mejorar la calidad del aire, también mejora la calidad de vida y la salud de las personas.
