10 jul de 2015. Por Bernardo Berger Fett, Diputado de la República
Altamente peligroso y delicado es que empecemos a confundir las especialidades médicas, y en especial aquellas de alcance clínico.
No se me ocurriría suplir la falta de médicos especialistas neurocirujanos que hay en Chile, por ejemplo, con médicos cirujanos dentales para operaciones de columna, aunque ambos sean médicos y tengan los mismos años de estudio. ¿Entonces, por qué confundimos el campo laboral de las enfermeras con los obstetras, que no tienen nada que ver?
El Código Sanitario Chileno es sumamente sabio al consagrar a cada especialidad el perfil profesional específico. Hacer otra cosa para suplir la falta de personal, es sinceramente una irresponsabilidad y no resuelve el problema de fondo, que pasa necesariamente por más inversión pública en salud.
Con esto no quiero desmerecer a las enfermeras y enfermeros de nuestros país, que harto bien hacen la pega y son reconocidos por ello. Pero no por eso vamos a empezar a generar estos entuertos que al final del día terminan afectando a los pacientes y sembrando aún más desconfianza en la calidad del sistema de salud pública.
