19 mar de 2015.
Por Carlos Burgos Martínez, Director Servicio de Cooperación Técnica (Sercotec) – Los Ríos
Creo que para la mayoría de los chilenos ha sido algo casi habitual asistir, por lo menos una vez a la semana, a la feria. Este es el lugar en el que encontramos las frutas y verduras a mejor precio, generalmente con el añadido de ser «de la zona», lo que siempre es sinónimo de calidad. La feria es el lugar de encuentro entre los agricultores, venidos de distintos sectores rurales, con la gente de las ciudades.
La visita a estos mercados sociales siempre estaba acompañada de una rica sopaipilla con pebre, un mote con huesillo o un trozo de nalca, amenizados por los gritos de los feriantes ofreciendo sus productos. Por eso, la feria es mucho más que un fenómeno suscrito a cuestiones netamente comerciales, siendo una actividad con importantes ribetes culturales y sociales.
Observando esta realidad, durante su primer gobierno, la Presidenta Michelle Bachelet quiso desarrollar un programa de apoyo a este modelo de comercialización, que se ha convertido en un patrimonio cultural del país. De esta forma en 2009 nació el Programa de Desarrollo de Ferias Libres, cuya ejecución fue encargada al Servicio de Cooperación Técnica (Sercotec).
Con el paso de los años el programa de Ferias Libres se ha consolidado y ha pasado a ser un apoyo fundamental a muchas ferias del país. En nuestra región han sido varias las ferias favorecidas. Uno de los ejemplos más emblemáticos fue la colaboración con la Feria «Ayudando a llevar la carga» de Mafil. 15 feriantes de este mercado abierto carecían de toldos y mesones, por lo que trabajaban en el suelo. Tras la adjudicación de un proyecto ellos pudieron conseguir algo que es más importante que un bien económico, que es trabajar con dignidad, teniendo sus stands con sus toldos.
Por eso, recuerdo con mucha emoción la ceremonia de premiación de este programa. En una nueva versión del Programa de Desarrollo de Ferias Libres, que ya está disponible para recibir postulaciones de distintas organizaciones, queremos tener otros ejemplos como el de los feriantes mafileños en otras comunas de nuestra región. Por eso, este año se ha incrementado un 57% el presupuesto para este programa, con una cobertura regional para 128 puestos. Desde ya nuestro servicio está a la disposición de los feriantes de la región, para que juntos podamos trabajar en el fortalecimiento de este patrimonio cultural de todos los chilenos.
