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Tren al Sur

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24 febrero 2015. Por Guido Asencio Gallardo, Académico e Investigador ULA

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La restauración del ferrocarril en el Sur de Chile como un eje dinamizador de las economías de las Regiones de Los Ríos y Los Lagos

La noticia de la restauración del ferrocarril en la ruta que incluye las Ciudades de La Unión, Llanquihue y Puerto Montt, sería una gran apuesta a la reactivación de la economía de las regiones de Los Ríos y Los Lagos, que han estado unidas por una misma historia desde hace décadas, como fue la ex Décima Región de Los Lagos. El financiamiento para la ruta ferroviaria entre Puerto Montt y Llanquihue ya está aprobado para el 2015, sin embargo es fundamental incluir en esta propuesta a la ciudad de La Unión, debido al valor económico y social que representa para los habitantes de la Provincia del Ranco.

Históricamente, es sabido la importancia que el ferrocarril representa para el desarrollo económico de cualquier país, debido que en su momento era la única fuente de conectividad entre ciudades y provincias, como lo plantea Guillermo Guajardo en su libro “Tecnología, Estado y Ferrocarriles en Chile 1850 a 1950”, donde se plasma la relevancia de la primera empresa pública chilena representada por la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE), que inició sus operaciones en el año 1858, la cual tuvo como primordial misión conectar a Chile de Norte a Sur, alcanzando en los años 50 su máximo apogeo, destacando el gran protagonismo que tuvo como un verdadero motor para la economía. Gracias al desarrollo de ésta empresa se pudieron trasladar muchos de los insumos y productos de diferentes empresas públicas y privadas, para crear las bases de la industrialización y puesta en marcha de otras empresas le dieron vida y dinamismo a la economía nacional, que sin la ayuda del ferrocarril estatal nunca hubieran existido.

El resurgimiento de la idea de unir a las Regiones de Los Ríos y Los Lagos por medio del ferrocarril, viene a dar nuevos aires a dos ejes territoriales que fueron separadas administrativamente, pero que siguen conectadas por su proximidad territorial, el cual resulta estratégicamente un gran beneficio para todas las ciudades aledañas como son La Unión, Río Bueno, San Pablo, Osorno y por su puesto la comuna de Llanquihue, donde se debiera privilegiar el transporte de pasajero por sobre el de carga, por la necesidad latente que tienen los ciudadanos de las ciudades más pequeñas de ambas regiones.

Seguramente una de las principales interrogantes para las autoridades, va a ser el dilema entre la rentabilidad económica que está relacionada con la recuperación de la inversión y el sostenimiento del servicio, versus la rentabilidad social que, por sus características es mucho más compleja de determinar. Sin embargo, lo que debiera primar en ésta discusión, tendría que estar dado por la cantidad de usuarios que se verían beneficiados y que, por lo tanto estarían dispuestos a privilegiar este servicio de transporte por sobre cualquier otro.

Es importante rescatar el planteamiento de que el desarrollo económico de un territorio, se concibe con una gestión adecuada, considerando como un eje fundamental el establecimiento de la inversión pública (Coper, Borel, Mondaca y Azurmendi 2006), velando por la complementariedad de recursos entre las comunas y provincias, además con la cooperación intercomunal de proyectos de interés mutuo, que viene a reafirmar la idea de que muchas veces las decisiones territoriales van más allá de una división administrativa.

Hoy en día existe una creciente demanda de pasajeros que tienen la necesidad de trasladarse periódicamente a ciudades como Osorno y Puerto Montt, que son las que generalmente ofrecen mayor cantidad de empleos y diversificación de servicios educacionales, la cual presenta graves problemas, ocasionados fundamentalmente por los oligopolios, donde hay pocas empresas de transporte, presentando un servicio de muy baja calidad, lo que trae como consecuencia una frecuente congestión de pasajeros que, muchas veces deben viajar parados, pagando pasajes costosos que traen consigo molestias permanentes que no tienen solución, porque simplemente no existe otra alternativa, es cosa de darse una vuelta por los terminales de buses de éstas ciudades en horario peak, para observar ésta realidad.

Lo importante de éste tipo de iniciativas es que consideren una subvención permanente del Estado, al igual como lo hace el Transantiago, las regiones merecen una atención especial en éste sentido. Lo concreto es que es que los llamados fondos espejos que se han comprometido para las regiones, se hagan efectivos con la realización de un servicio de calidad, que ofrezca garantías reales que puedan traducirse en lo que Michael Porter (1995) llama una “ventaja competitiva”, la cual sirva para fomentar la inversión en turismo , salud, cultura y educación.

Por otra parte, es preciso señalar que los avances en salud concretados con la construcción de modernos hospitales como son el de Osorno y Puerto Montt, no tienen sentido si la accesibilidad a esos servicios está destinada fundamentalmente a usuarios de las mismas grandes ciudades. En esto, sería importante considerar que el establecimiento de un buen servicio ferroviario también garantice la accesibilidad a tales servicios, de personas que viven en las comunas aledañas, pues ellas tienen el mismo derecho de tener acceso a éste servicio de calidad.

Con respecto a la inversión privada, el hecho de tener un servicio ferroviario de calidad, daría la posibilidad de generar un gran potencial turístico, en cual vendría a cumplir el anhelo que se ha tenido en la retina desde hace muchos años en ésta ruta que une a Los Ríos y Los Lagos. Lo interesante sería generar planes para desconcentrar la inversión pública y privada, privilegiando a las ciudades más pequeñas, para que de alguna forma, se pueda compensar lo que se ha venido haciendo hasta ahora, es decir se han realizado grandes avances en materia de infraestructura, pero beneficiando fundamentalmente a las grandes ciudades. Con esto, solamente se está replicando la misma centralización que hoy en día está siendo cuestionada respecto a las regiones del centro del país. Aquí ciertamente tienen un rol importante autoridades como los Consejeros Regionales, que son los que proponen y deciden gran parte de la inversión regional.

Finalmente la concreción de un proyecto tan importante como es la restauración del ferrocarril en el Sur, es fundamental pensar en un servicio que garantice la sustentabilidad medioambiental, sabiendo que dentro del circuito que contempla el proyecto original se encuentra la ciudad de Osorno que, lamentablemente hoy es la segunda ciudad más contaminada de Chile, donde una de las principales causas está dada por la congestión vehicular, teniendo un parque automotriz mayor al promedio de todo el país, donde la lógica estaría dada por propender a generar una mayor conciencia medioambiental de los automovilistas que hoy están obligados a usar transporte particular, para trasladarse entre ciudades.

 

 

 

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