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Franco Castagno, peumo en Río Bueno: “La empatía de la gente me ha llenado mucho”

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25 Noviembre 2014.
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Después de seis años, nuevamente, la Parroquia de Río Bueno recibe a los llamados peumos, jóvenes salidos de los colegios de la Congregación de los Sagrados Corazones, que entregan un año en su vida a acompañar a las comunidades de La Unión y Río Bueno. Franco es uno de estos chicos, y nos narra su experiencia.

Proveniente del Barrio Alto de Santiago, Franco Castagno reconoce que hasta los 15 años vivió en una burbuja, alejado de las problemáticas que atañen a la mayoría de la población nacional. “Hasta que empecé a participar en actividades solidarias, en las que uno va saliendo de la burbuja, y va conociendo realidades que lo llenan. Así fui conociendo más de la religión y de Jesús. El ejemplo que nos dio él me llevó a postular a los peumos”, comenta.

La congregación de los Sagrados Corazones de Manquehue lo destinó a Río Bueno, donde llegó sin conocer nada de la comuna. Aunque reconoce que en un principio el cambio fue chocante, ahora está disfrutando una experiencia que lo está marcando. “Ha sido bien bonito todo lo vivido acá. Lo que más me llama la atención es la gente, que siempre se te abre, te da cariño y se preocupa por uno que está lejos de su familia y sus amigos. Esa empatía de la gente me ha llenado mucho.”

Franco, tal vez haciendo honor a su nombre, se ha ganado el cariño y la confianza de los riobueninos. “La gente me cuenta sus problemas más personales, sus historias más fuertes. Eso es lo que más me ha gustado, haber podido ayudar a la gente, en cierto sentido, porque aquí no le he cambiado la vida a nadie, pero ellos pueden encontrar en mí un compañero y una ayuda”, finaliza Franco, quien, junto a sus tres compañeros, vive sus últimas semanas en nuestra Diócesis.

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