20 Noviembre 2014.
Por: Senadora Ena von Baer
Durante la tramitación de la reforma tributaria el gobierno repitió una y otra vez que ésta no afectaría a los más pobres, a la clase media y menos el crecimiento económico del país.
Si analizamos las cifras objetivas entregadas por los distintos centros de estudio y el INE el resultado ha sido otro. La economía chilena no sólo se encuentra estancada, sino que adicionalmente la inflación se disparó con un alza del IPC de un 1,0% es la más alta desde 1997 cuando la inflación anual se acercaba al 7,0%.
En octubre diez de los doce elementos que forman parte de la canasta básica en Chile registraron un aumento superior a lo esperado, y la razón que han dado los especialistas para explicar el fenómeno en medio de una economía ralentizada, es justamente la aplicación del alza de impuestos implementada por el gobierno. Con el efecto del frenazo económico y estos niveles de inflación ya quedó claro que los que están pagando la reforma tributaria son justamente los más pobres y la clase media.
Nadie se podría oponer a que el Gobierno impulse políticas que contribuyan a reducir la desigualdad en Chile, y a aumentar las oportunidades, la diferencia es el camino que se opte para lograr ese objetivo, y es aquí donde el Gobierno de la Nueva Mayoría no está haciendo bien las cosas.
En medio de la discusión fuimos enfáticos en señalar que la reforma tributaria no era el camino, y que su implementación no sólo afectaría el crecimiento y la inversión del país, sino que impactaría negativamente la generación de empleo, y el bolsillo de los millones de chilenos de clase media.
Por qué creerle ahora al Gobierno en la implementación de sus reformas? Cuando dijeron que la reforma tributaria no afectaría a los chilenos de clase media, y sí lo está haciendo? Cuándo dijeron que los recursos recaudados en la reforma tributaria eran para financiar la educación, y resulta que el presupuesto de educación sólo creció en el promedio de los últimos años?
En su minuto ante las críticas y advertencias nos acusaron de campaña el terror, el problema es que el terror llegó. Ahora también nos acusan de campaña del terror con la reforma educacional, esperemos que el terror no llegue y terminen cerrando o pasando a particular pagados buenos colegios particulares subvencionados.
