18 Noviembre 2014.
Durante los últimos meses se han suscitado distintas protestas de pescadores artesanales en las ciudades de Coronel, Lota, El Quisco, Valdivia, Talcahuano, Quellón, San Antonio, Iquique, Maule y Punta Arenas, entre otras.
Estas han puesto en evidencia las consecuencias socio-económicas que la Ley 20.657 o “Ley Longueira” a generado en los pescadores. Años de sobrexplotación han hecho que el 48% de las principales pesquerías se encuentre sobreexplotadas o agotadas. La actual sobrerregulación de la actividad pesquera (con claro sesgo hacia los artesanales), la ineficiente mitigación social, la incorporación del mercado a las cuotas de pesca y la concentración de estas sobre 4 grupos económicos, son las principales causas que tienen hoy a los pescadores artesanales en una movilización que cada vez se extiende a más caletas debido al futuro incierto de la actividad.
Hoy los pescadores artesanales exigen la revisión de la Ley Longueira, punto comprometido en el programa de la Nueva Mayoría y que la Pdta. Bachelet confirmo en su discurso del 21 de Mayo. Se busca renacionalizar los recursos pesqueros, redistribuir el fraccionamiento de las cuotas de pesca, eliminar la pesca de arrastre y las licitaciones pesqueras, extender zonas exclusivas para la pesca artesanal y asegurar la soberanía alimentaria. Existe además la consciencia de que solo con cambios constitucionales se puede asegurar la nacionalización de los recursos pesqueros y la soberanía alimentaria, debido a que el actual marco institucional, junto con los intereses de la clase política y los grandes grupos económicos, no permiten que las demandas de los pescadores sean implementadas, ni menos que sean perdurables. Fiel reflejo de esta actitud de sordera, el Subsecretario de Pesca Raúl Súnico es principalmente quien no ha tenido la voluntad política para avanzar en la revisión de la Ley 20.657.
Así, aunque los medios de comunicación hablen de que las protestas son para acceder a más cuotas, poder trabajar más días o acceder a una subvención, la verdad es que estas solo palean las situaciones económicas familiares que motivan las movilizaciones. El profundo cuestionamiento que el sector artesanal hace hacia la actual Ley de Pesca y a la industria pesquera es porque el actual sistema pesquero chileno no es sostenible. La Ley 20.657 promueve y fomenta la concentración de los recursos en el negocio pesquero industrial que solo es sustentable en términos económicos, pero social y ecológicamente no lo es.
En las últimas semanas el Consejo Nacional por la Defensa del Patrimonio Pesquero (CONDEPP) ha estado coordinando convocar una movilización de carácter nacional. Los pescadores exigirán en la calle los compromisos adquiridos con el Gobierno de la Nueva Mayoría para avanzar en las reformas políticas que aseguren a las futuras generaciones el patrimonio pesquero de Chile. Consideramos vital para alcanzar estos objetivos, la articulación directa con otros sectores productivos, con los movimientos sociales y con los pueblos originarios que estén dispuestos a apoyar estos planteamientos de cara a las grandes mayorías y a los pueblos de Chile.
