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Historias que se entrelazan y que nos enseñan sobre la vida

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Foto: Fundación Jovecam

20 octubre 2014.- Siempre nos preguntamos si estamos haciendo las cosas bien con nuestros hijos, en referencia a la forma de que estamos enseñándoles sobre la vida. Pero el tiempo siempre te responderá si estas en lo correcto o necesitas vivir lecciones necesarias de vida.

Hace poco, nació una amistad con un joven que vive en situación de calle, se llama Pedro y tiene 41 años. Su historia de vida tomó un inesperado vuelco, cuando por razones de salud, muere su madre, eso hace un año y queda solo “no podía creer que ya no esté en mi vida, y ese vacío en la casa no me gustó”, me señaló Pedro un día donde hablamos de nuestras vidas.

Esa soledad y el vacío que dejó la muerte de su madre, lo llevo lentamente al alcohol y posteriormente a vivir en la indigencia, donde encontró personas en similares situaciones de vida en la calle y compañía.

Es seguro que Pedro nunca fue preparado para la soledad y ese vacío al quedar solo gatillo que entrara al alcohol para poder sobrellevar ese estado. Hoy su experiencia de vida me enseñó algo muy importante y es que varias veces en mi vida he estado solo…es decir, el hecho de haber sido abandonado por mis padres y ser criado por mi abuela y mis ti@s, creo estar más familiarizado con esa palabra “Soledad”. Hoy la veo como algo muy importante para un ser humano, en donde puedes encontrarte contigo mismo y que siempre debe estar contigo a pesar de que puedes tener tus papás, abuelos, tíos, pareja e hijos. Llegamos solo a este mundo y así mismo nos iremos. La muerte es otra palabra que en algunas familias está prohibida, pero la vida y la muerte están juntas cada día de nuestros días en este mundo. Un hecho que comprueba esto…es que cuando una persona está cerca de la muerte, comienza recién a vivir.

Hoy agradezco a Dios de tener la capacidad espiritual o mental de levantarme y enfrentar estas dos cosas “Soledad” y “Muerte” desde que tengo uso de razón, no ha sido fácil este proceso, pero hoy lo veo con mucho más claridad cuando voy conociendo la historias de estos hombre que quedaron atrapados en la soledad, muerte de algún ser querido, separación, etc.

El amor verdadero es aquel que se entrega sin esperar nada a cambio y el que se desarrolla en libertad, donde mi abuela me enseño a explorar el mundo desde muy niño, ya a los ocho años andaba trabajando en la calle, vendiendo el diario, en la feria o haciendo fletes con mi carreta.

La muerte la enfrente con el fallecimiento  de mi abuela-mamá quien murió hace ocho años, pero con ella aprendí a pararme siempre; una mujer que enviudó joven y que sacó adelante a ocho hijos.

Nuestro deber como padres es entender que nuestros hijos no vienen a seguir nuestro camino, ellos tienen que soñar sus propios sueños y seguir sus propios caminos.

Otra historia que me gustaría compartir con ustedes es de una voluntaria que llega hasta los puentes 21 de mayo y comercio de La Unión. Esta mujer de 32 años es una ejemplo de lucha y de vida llena de experiencia que la hacen vivir una vida plena hoy, de eso estoy seguro después de conocer sus cuatro hijos y de estar estudiando para ser una profesional.

Esta mujer, a los 13 años abandonó su casa, porque su padrastro quería violarla y no tenía donde llegar. En Osorno encontró su familia con las personas en situación de calle, donde la recibieron y le dieron un lugar para vivir con ellos, mientras ella, con solo 13 años buscaba un lugar para vivir. Pasaron los años, se casa y tiene 4 hijos, hasta que su esposo toma la decisión de quitarse la vida. Ese golpe la hace morder el polvo, tal como lo relata ella “nunca en mi corta vida había llegado tan bajo, el alcohol y fiestas era de todo los días. Me despreocupe de mí y mis hijos…Hasta que un día, mi hija mayor me dijo ´mamá basta’, ese día comencé a tomar control de mi vida y decidí salir adelante. Hoy esta mujer, trabaja y estudia para tener una profesión y darle el día de mañana un mejor pasar a sus hijos. Pero ella, no se olvida de un detalle, quien le ayudo cuando se fue de su casa…Las personas de la calle, por eso esta mujer hace lo que hace, ayuda a las personas de la calle, a través de un plato de comida que ella misma cocina, por lo demás muy buena comida, con la ayuda de otras personas que están junto a ella o que colaboran en forma anónima para que estas personas de la calle coman una comida calentita y se tomen un buen café.

Es más que seguro que muchos de los que leen esta columna estén pasando por algo muy fuerte en sus vidas o sientan que ya no hay esperanza, Todo pasa por algo y pronto entenderán porque están pasando por ese “Sufrimiento”, necesario muchas veces para poder crecer.

Hardy Cárdenas Q.

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