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Colegio Arquitectos ante situacion Puente Cau Cau

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10 Enero 2014.

Directiva Colegio de Arquitectos de Chile

Delegación Zonal de Valdivia

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Frente a lo recientemente acontecido respecto a las graves fallas detectadas en el proyecto del Puente Cau Cau, la Delegación Zonal de Valdivia del Colegio de Arquitectos manifiesta su rechazo en cuanto a la forma en que las autoridades regionales y nacionales han enfrentado el problema. La falta de claridad y coordinación en la restringida entrega de información a la opinión pública y las acciones a seguir con el fin de dar pronta solución técnica a un proyecto emblemático para nuestra región, refleja el desmedro del factor técnico y objetivo principal con que se debe enfrentar la ejecución de un proyecto.

Como antecedente podemos señalar que el Inspector Fiscal (IF) para esta obra es del Nivel Central del MOP. De hecho, en el transcurso de la obra, fue cambiado el IF desde el nivel regional al nivel central de la Dirección de Vialidad. Es relevante que este proyecto, por estar bajo expreso seguimiento presidencial en su condición de obra emblemática «Legado Bicentenario», con una exigencia perentoria de que esté funcionando bajo el actual mandato, ha implicado en la práctica que ha sido llevado directamente desde Santiago.

Es fundamental que una obra de construcción, y sobre todo una de esta envergadura y relevancia en nuestro país, además de ser un proyecto pionero en nuestro territorio, sea garantizada por los organismos del Estado que velan por su correcta ejecución en los plazos que para ello fueron definidos y, no sea contaminada de ninguna forma, por decisiones políticas y apuros, que en la práctica determinan ciertos «bypasses» a los procesos administrativos correctamente ejecutados, para lograr dividendos de otra índole. Una buena planificación de obra define las acciones y los tiempos requeridos para realizarlas de manera óptima y ese debe ser el fin a ser cumplido siempre.

El MOP tiene un Reglamento de Contrato para la construcción y ejecución de proyectos (consultorías) que ha sido suficientemente probado en el tiempo. Este reglamento define perfectamente las atribuciones y obligaciones de todos los actores que participan en un proyecto, además de fijar los procedimientos y acciones que deben concurrir en cada instancia de la obra. El problema radica cuando se «contamina» el contrato con política contingente y cuando se interviene el desarrollo de una obra desde el nivel central, diluyendo las responsabilidades de la Inspección Fiscal consignada y por consiguiente, no respetando las atribuciones de ésta.

En este mismo sentido, nos preocupan otros proyectos para nuestras urbes, que implican grandes transformaciones para nuestras ciudades. Existen contratos que no son gestionados ni generados por las Regiones, pero que sin embargo, pasan a ser emblemáticos como «Legado Bicentenario» tanto a nivel Nacional como Regional. Este es el contexto del Puente Cau Cau, y es el de otro proyecto que ha sido cuestionado como el de la Bandera Bicentenario, que debería ser construido en el sector Helipuerto de nuestra costanera junto al río. Éste también depende directamente de la oficina de proyectos presidenciales de la Dirección de Arquitectura del MOP, generado y gestionado por el nivel central y no de la región.

Hoy nos encontramos ante una realidad donde existen grandes demandas por parte de la sociedad civil, la cual se moviliza y exige, y es por ello, que se nos insta a volver nuestros esfuerzos por velar, a que nuestros siempre escasos recursos destinados a satisfacer las necesidades de la población, sean plenamente utilizados de la manera más eficiente.

Es aquí donde creemos fervientemente en la importancia de fortalecer los Colegios Profesionales como entes certificadores de los profesionales de las respectivas área que tienen por misión implementar estos proyectos, y es por esto que planteamos la necesidad de incorporar esta «garantía de calidad profesional» como parte de los requerimientos de licitación, tanto de proyectos públicos como privados, en donde cada cuerpo colegiado pueda colaborar con el reconocimiento de los profesionales que participaran en cada proyecto.

Hacemos votos porque quienes ahora están involucrados en definir las soluciones a este grave impás que genera dudas tanto en los procesos como en las capacidades de nuestras instituciones, posean la responsabilidad de edificar nuestras más altas aspiraciones, y puedan resolver diligentemente y en breve lapso esta situación, aprendiendo de la misma para que no se reitere en el futuro.

 

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