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Es hora de cambios radicales en la producción agrícola (II parte)

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07 octubre 2013.  Hardy Cárdenas.

Técnico Agrícola, Fundador y director de Diario ElRanco.cl y presidente de ONG-Suelos vivos

¿Cómo llegamos a agotar nuestro suelo?

Después cultivas una superficie con arado, rastra o moto cultivador, un agricultor siembra algún “pasto” para sus animales. Durante los primeros tres años no hay como ganarle a la exuberante producción de pasto que entrega esa superficie de terreno. Los estudios son claros: durante ese periodo la producción se debió en gran parte a la entrega de nutrientes que tenía ese suelo y a la destrucción de miles o millones de organismos, los que quedan dispuestos como nutrientes para la planta.

Sin ningún manejo, el agricultor pastoreó una y otra vez la superficie hasta agotar completamente ese pasto. La naturaleza es sabia. Cuando no ve protección de su piel (suelo), comienza a brotar maleza de hoja ancha y pastos que se adaptan a esas condiciones de manejo. Pueden caer toneladas de fertilizantes a esa superficie, pero el pasto noble está supeditado al manejo, no al fertilizante o a la enmienda calcárea. Ahora que la pradera no da más y está llena de malezas, al agricultor no le queda otro camino que volver a romper, acelerando aún más el agotamiento del suelo y todos los procesos que conlleva esta situación. Este círculo vicioso no deja de repetirse hasta el día de hoy. Es más, se inventó una regeneradora para sembrar pasto, pero volvemos al principio : no tenemos manejo de ese pasto.

Aquí debe producirse el quiebre para una ganadería sustentable o un círculo virtuoso. Cuando aprendemos a pastorear, entendiendo este principio como fundamental para el desarrollo de una ganadería sustentable en el tiempo.

Pastoreo

He aprendido que en el pastoreo existen ciertas leyes que son naturales para producir en forma armoniosa entre suelo-pasto-animal y hombre. En el pasado se hablaba de la altura para consumir una pradera, con animales, de dos puños. Después se habló de los 15 centímetros, ahora 2.500 KMS (esto es Kilo de Materia Seca) y, en el caso de la ballica, cuando se tienen 2,5 hojas en la planta. Todos esto apunta al mismo principio natural: el equilibro entre la planta y el animal y el suelo está a esa altura, 15 centímetros, 2.500 Kilos de Materia Seca o –en ballica- 2,5 hojas. Y no menos importante es la ley ganadera que establece el “retiro” o cuánto dejar de residuo, una vez que estamos consumiendo esa pradera.

Algunos hablan de un puño, 5 centímetros o 1.500 KMS. Estas dos leyes de la ganadería bien manejadas y entendidas como un principio natural, nos llevarán a producir más y mejores pastos, lo que se traducirá en más animales por superficie. El desconocimiento de estos principios ha llevado a estar produciendo bajo sistemas extractivos, ya que al no respetar dichas leyes ganaderas estamos continuamente sobrepastoreando nuestras praderas y, posteriormente, volviendo a cultivar o regenerar pastos para nuestros animales, obteniendo el mismo resultado: el agotamiento continuo de nuestro suelo.

Intensidad de pastoreo

¿Cómo llegamos a entender que la reina de las forrajeras es la “ballica”?

Volvamos a mirar cómo la naturaleza nos enseña este principio natural. Caminemos un potrero de una pradera natural, ¿dónde se concentran las ballicas? Entrada de las trancas, debajo de los árboles, perímetros del bebedero, etc. ¿Se han preguntado por qué? Sucede que la ballica es la única gramínea capaz de multiplicarse por el pisoteo de los animales. Y si a ello le agregamos la bosta y orina, tenemos una verdadera fuente de materia orgánica muy rica para el suelo y producida, además, en forma intensiva. Lo que se traduce finalmente en rápido aumento de la vida biológica del suelo. Esto, apoyado con cerco eléctrico a la hora de pastorear, da como resultado la imitación de la naturaleza en forma perfecta.

Está claro para quienes hemos trabajado con cerco eléctrico: el pastoreo de las praderas no es nada fácil y claramente esto no es ciencia, sino un arte que se aprende día a día y solo la constancia nos llevará a ver los frutos.

 

Próximamemnte hablaremos de cero labrazan… la técnica del presente para el futuro.

 

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