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Educación preescolar: la base del desarrollo

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Escrito por  Carlos Crot, seremi de Educación

Hace dos semanas la ministra de Educación Carolina Schmidt lanzó una nueva campaña que incentiva a los padres a inscribir a sus hijos más pequeños en el jardín infantil, pre kínder y kínder. Porque como Gobierno sabemos que los primeros años de vida son claves en el desarrollo de los niños y los más determinantes para su desempeño futuro. La intervención temprana de la educación es clave para potenciar dicho desarrollo y fundamental para corregir las grandes desigualdades que se originan desde la cuna. Está comprobado: los efectos de la educación no sólo dependen de su calidad y cobertura sino también, y de manera esencial, de cuán temprana sea la intervención.

Es por eso que el Gobierno ha ingresado al Congreso un proyecto de ley que establece una reforma constitucional que establece dos aspectos centrales: la creación de una subvención para el nivel medio mayor que garantiza acceso gratuito a la educación parvularia para todos los niños y niñas desde los tres años. Y por otro lado, el kínder obligatorio que simboliza la valoración de este nivel educativo, especialmente en los sectores más vulnerables. Hemos hecho importantes esfuerzos en la Educación Parvularia, pues es ahí donde se hace la diferencia en equidad e igualdad de oportunidades, y en ese sentido, valoramos que transversalmente la clase política haya valorado esta reforma, aprobándola por amplia mayoría en la Cámara de Diputados.

Según estudios realizados por expertos, la educación parvularia tiene impacto a largo plazo en el rendimiento académico de los niños y niñas, lo que se ve reflejado incluso en los resultados del simce.

La educación prescolar juega un rol fundamental en el aprendizaje y en el desarrollo cognitivo y social de los niños, por eso las brechas que se producen entre quienes asisten a pre-kínder y kínder y quienes no, se hacen muy difíciles de acortar en el futuro. Se generan habilidades que les permiten valerse por sí mismos, apreciar sus capacidades y características personales, desarrollar su capacidad motora, actitudes de respeto y tolerancia, amplían su curiosidad, creatividad e interés por conocer y adquieren hábitos que les facilitan seguir aprendiendo en los siguientes niveles educativos, entre otras cosas. Lo que aprenden en esta etapa de su vida queda para siempre, y lo que no… también.

 

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