Por Remza Delic Sasso, Directora Regional del Sernam
Desde su creación, el Servicio Nacional de la Mujer asumió como una de sus prioridades institucionales, la tarea de contribuir a la eliminación del problema de la violencia intrafamiliar, especialmente la que se produce en las relaciones de pareja. Y, con mayor fuerza asume esta tarea después de la promulgación de la Ley 20.480, promulgada por el Presidente Sebastián Piñera que establece el “Femicidio” y aumenta las penas aplicables a este delito.
La doctrina indica que el femicidio es todo asesinato de una mujer por el sólo hecho de serlo, constituyendo así la máxima expresión de violencia de género. El lugar de mayor riesgo para la mujer es el hogar, ya que es en el espacio de relaciones íntimas donde ocurren con mayor frecuencia los femicidios.
En la región, la respuesta a esta dramática realidad se articula a través de los distintos dispositivos con que cuenta Sernam, a través del programa de prevención de Violencia contra la Mujer, sus Centros de la Mujer, Centros de Hombres y Casas de Acogida, todo esto sumado a medidas de protección (cautelares, teléfonos de emergencia y dispositivos de pánico para casos de amenazas en mujeres con riesgo grave), que han logrado visibilizar cada vez más el problema. Y, por qué no decirlo, han brindado un cierto grado de empoderamiento de a las mujeres.
Lo anterior, es de suma importancia, ya que ratifica la relevancia que el Gobierno del Presidente Piñera le da este tema, donde la participación del Sernam es fundamental para abordar de manera integral temas como la protección y atención a las mujeres que viven violencia intrafamiliar y el apoyo legal y sicológico a las víctimas colaterales del femicidio.
A pesar de que vamos en la línea correcta, aún queda un largo camino por recorrer. Una mujer se demora en promedio 7 años en denunciar, y el incremento de las denuncias es el reflejo de una sociedad sensibilizada con el tema, que entiende la violencia como un delito y no un problema privado de la pareja. Sólo la denuncia permite activar un mecanismo de protección en favor de la mujer y sacar del anonimato a un agresor que si es invisible queda impune. Por eso las campañas del Sernam llamando a la denuncia han sido claves en la lucha contra este delito.
A raíz de los últimos casos de violencia contra la mujer, es necesario que todos los actores de la sociedad se involucren y sean parte de la generación de un cambio cultural muy necesario para erradicar de raíz estos hechos. Nuestro deber es prevenir, denunciar y recordar que nada justifica la violencia contra la mujer.
